La estrategia de seguridad pública que implementa el Gobierno federal tiene mayor visibilidad cuando se realizan operativos en contra de los grupos criminales. Sin embargo, la estrategia implica más factores y acciones que no son “espectaculares”, pero que impactan en el mediano y largo plazo.
De acuerdo con la Estrategia
Nacional de Seguridad Pública, la prevención del delito es un eje estratégico y ella implica la generación de un desarrollo alternativo en las comunidades: “… es necesario mejorar las condiciones generales de bienestar, promover la cohesión de la sociedad en torno a valores cívicos, desarrollar infraestructura y mejorar el alcance de servicios públicos en las regiones donde se presentan dichas actividades” (pág. 56).
Lo describió perfectamente el
Plan Nacional de Desarrollo: “Un país convulsionado por la criminalidad, la violencia y la inseguridad es naturalmente incapaz de lograr que las personas puedan desarrollarse plenamente y trastoca su capacidad de alcanzar niveles mínimos de bienestar”.
Los municipios son el eje articulador de las condiciones de bienestar en el país y hoy, necesitamos
fortalecerlos.
El Plan Nacional de Desarrollo
2019-2024 señala: en 2015, de los 2 mil 458 municipios del país, mil 840 de ellos tenían un porcentaje de pobreza superior al 50 por ciento (en tres de cada cuatro municipios, más de la mitad de las personas vivía en condiciones de pobreza).
Hasta diciembre de 2018, en más de 400 municipios del país la afectación humana por condiciones de inseguridad dejó más de 500 muertos, 8 mil heridos y 12 millones de personas afectadas (250 mil se quedaron sin casa y 180 mil 731 viviendas tuvieron daños).
La estrategia del Banco de Bienestar —redirigida recientemente por Rabindranath Salazar Solorio— también se conecta con la línea de promoción del desarrollo de las comunidades, pues busca acercar recursos a más de 20 millones de personas. Así, las aportaciones que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, instruyó entregar a muchos grupos en condiciones de vulnerabilidad económica y social, serán más efectivas y transparentes.
La ruta de la seguridad ciudadana pasa por muchos caminos para ser efectiva. Sí, interesa desmembrar al crimen organizado, perointeresa mucho más generar desarrollo para que las comunidades dejen atrás la oscura relación con la delincuencia organizada.
De acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, “de 205 municipios y demarcaciones territoriales mayores a 100 mil habitantes, 84 por ciento de sus planes o programas municipales de desarrollo urbano tienen una antigüedad de más de diez años”. No crecerán ni tendrán más impacto si no los consideramos como ejes de la estrategia nacional de seguridad.
Ahora, más que nunca, promoviendo los valores de la Cuarta Transformación, debemos apoyar el desarrollo de los municipios, y generar las mejores condiciones para su gobernabilidad y fortaleza.
•Diputada Federal de Morena.
Presidenta de la Comisión de
Gobernación y Población de la Cámara
de Diputados