Francia fija un plazo de 5 años para que Nuestra Señora de París renazca

POR MARTHA ROJAS

El día después del incendio que devastó tres cuartas partes del techo de la catedral de Notre Dame puso de manifiesto la resiliencia de la sociedad gala.

A primera hora del martes, los bomberos informaron que el fuego y humo estaban controlados, pero la incertidumbre por el estado en el que quedó la Catedral, que Víctor Hugo inmortalizó en Nuestra Señora de París tenía en vilo a media Francia.

La Francia que un día antes rezaba el Ave María ante las cenizas de uno de los emblemas más importantes de su civilización, era la misma que anunció que ya tenía en la mesa más de 600 millones de euros ( 677 millones de dólares apróx.) para iniciar las labores de reconstrucción, mientras que su presidente sentenció —con una seguridad espectacular— que la catedral “estará lista en cinco años”.

‘Notre Dame resurgirá de las cenizas’ es la sentencia del pueblo francés, que ahora se debate entre si hacer una nueva catedral o una réplica exacta.

En sus casi ocho siglos de existencia la iglesia sobrevivió a revoluciones y saqueos; las únicas modificaciones que se le realizaron datan del siglo XIX cuando el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc la dotó de un pináculo del que Quasimodo nunca pudo colgarse y que el lunes fue consumido en su totalidad por las llamas.

En la base de la aguja se encontraban las monumentales estatuas de cobre de doce apóstoles. En su cumbre, un gallo de metal, pensado como un “pararrayos espiritual” que protege a los fieles, y que fue encontrado entre los escombros.

Unos se pronuncian a favor de que Notre Dame se levante como nueva, otros apelan a la memoria y piden que el monumento sea el mismo, pero con atisbos del recuerdo. Proponen que el edificio gótico sea reconstruido con los materiales que quedaron a salvo empleando colores o detalles nuevos para que las generaciones posteriores no olviden.

AL LOUVRE, PATRIMONIO ARTÍSTICO DE NOTRE DAME

Las obras de arte que fueron rescatadas del incendio del lunes serán trasladadas al Museo del Louvre, dijo a la prensa el ministro francés de Cultura, Franck Riester.

Los bomberos, el ministerio de cultura y el ayuntamiento de la ciudad priorizaron la evacuación de los principales objetos de arte dentro de la catedral cuando irrumpieron las llamas.

“Estos tesoros se salvaron gracias a la gran valentía de los bomberos de París trabajando con el ministerio de cultura y los funcionarios de la ciudad”, dijo Riester.

Las obras, que incluyen reliquias como la corona de espinas de Cristo y la túnica del siglo XIII del rey francés Luis IX, fueron inicialmente llevadas al ayuntamiento de la ciudad y ahora serán trasladadas al Louvre, dijo el ministro.

El destino de otras obras, entre ellas grandes cuadros del siglo XVII de Antoine Nicolas y Jean Jouvenet, cuelga de un hilo. Riester dijo que era “demasiado pronto” para saber si las pinturas habían sobrevivido al siniestro.

“El fuego no les alcanzó, pero en tales casos hay a menudo daños causados por el agua”, dijo el ministro.

“Sabremos más tan pronto como podamos volver a entrar y establecer un diagnóstico. Debemos retirar las pinturas lo antes posible, limpiarlas, deshumidificarlas, colocarlas en un lugar adecuado para su conservación y comenzar su restauración”, agregó.

El estado de los relieves tallados en el siglo XIV por Pierre de Chelle, Jean Ravy y Jean Le Bouteiller sigue siendo desconocido, mientras que las estatuas de piedra y las gárgolas que adornan la catedral pudieron haber sido afectadas aunque algunas ya fueron retiradas.