Empiezan a definirse los contornos del nuevo perfil del PRD. El otrora Partido de la Revolución Democrática desaparecerá para dar paso a Futuro 21. Uno puede coincidir o no con algunos de los personajes involucrados (a saber quién consideró que la incorporación de Purificación Carpinteyro era una idea electoralmente rentable), pero el discurso de este grupo empieza a refrescar un poco la escena pública. Frente al hueco discursivo del PAN o el desconcertante silencio reciente de Movimiento Ciudadano, Morena y el resto de sus partidos satélites ya se estaban quedando sin otra oposición que la de Twitter.
Un sistema político sin oposición da lugar al despotismo y la arbitrariedad. Ahí donde la única voz es la del gobernante, no hay incentivos para escuchar opiniones diversas ni espacio para corregir los errores. Se impone la verdad oficial como única opción y se cierran las puertas del pluralismo, persiguiendo a los diferentes y aplastando las minorías. En suma, se instalan dictaduras. La salud de las democracias depende, entre otras cosas, de su capacidad de representación de la diversidad.
El gobierno ha dejado muy claro que no respetará lo que llama el PRIAN. Consecuentemente, en las últimas semanas han aparecido nuevas opciones opositoras. Desde la derecha empresarial, Alternativa por México, encabezada por Gustavo de Hoyos.
Desde los espacios progresistas, la reinvención del PRD como Futuro 21. En la presentación de Futuro 21 el sábado, vale la pena rescatar los discursos de José Narro y Tere Vale. Ambos tienen una claridad conceptual muy señalada sobre aquellas cuestiones a las que se oponen y las causas que defienden.
Ya están esbozando un programa legislativo y de gobierno, a diferencia del resto de los partidos políticos, entretenidos en repetir lugares comunes. No al autoritarismo que daña los contrapesos de los organismos autónomos, sí al respeto a la propiedad privada vulnerada por la extinción de dominio. Sí al diseño de políticas públicas con sustento técnico y la representación de los sectores lastimados por este gobierno.
Por el lado de los negativos, entre las figuras presentadas por Futuro 21 ante la opinión pública, no se ve un estratega con experiencia electoral real.
Los participantes han sido plurinominales o altos funcionarios por designación. Ojalá pronto recluten cuadros que ayuden a subsanar ese vacío. Más que un partido de personajes famosos, uno ansía ver las nuevas caras que impulsará Futuro 21. El fin de semana resultó abrumador el ataque de los twitteros del gobierno contra Futuro 21. Descalificaron rabiosamente el esfuerzo que según ellos es intrascendente. Si es intrascendente, ¿para qué se molestan en injuriarlo? Revise usted la actitud y los memes con que los círculos oficiales acogieron la presentación de Futuro 21 y se dará cuenta a quién consideran verdadera oposición en Palacio Nacional.
•Internacionalista y analista político:
@avila_raudel