Joachim Frank ganó el prestigioso galardón de la Academia sueca, junto con otros científicos por desarrollar técnicas para observar las biomoléculas.
Paralelo a su investigación, Frank escribió tres novelas que ninguna editorial desea publicar, convirtiéndolo en un escritor frustrado.
Los tres libros escritos por Frank, son novelas llevan por nombre;
San Zee,
El observatorio y
Narcis, se relacionan con la ciencia, y fueron inspirados a partir de un curso que tomó con el escritor estadounidense, William Kennedy, ganador del Pulitzer.
El biofísico, obtuvo el Premio Nobel de Química de 2017, con su criomicroscopio electrónico, una herramienta capaz de fotografiar moléculas fundamentales para la vida, a temperaturas de al rededor de 180 grados bajo cero.
Las investigaciones de Joachim Frank se suman a las aportaciones de Henderson y Dubochet, y en septiembre del año pasado, el Ministerio de Ciencia español anunció una inversión de ocho millones de euros para instalar en el Centro Nacional de Biotecnología, el primer criomicroscopio electrónico de última generación.
Aún con los logros obtenidos, Frank se siente frustrado por su fracaso en las letras.
REDACCIÓN CONTRA RÉPLICA