POR MARTHA COTORET
Y AGENCIAS
En llamas. Así se mantuvo la jornada de protestas de ayer en Ecuador tras la llegada de miles de indígenas a la capital de la nación sudamericana para manifestarse en contra del aumento de los precios de la gasolina anunciados el pasado martes por la administración de Lenín Moreno, quien en la víspera tuvo que trasladar la sede del gobierno a Guayaquil.
En la mayor escalada de la violencia
desde que comenzaron las revueltas, los indígenas irrumpieron en el Parlamento al grito de “¡fuera Moreno fuera!”, tras tirar abajo las rejas de seguridad que rodaban la sede.
Con el uso de bombas lacrimógenas,
policías y militares terminaron dispersando a cientos de manifestantes que también alcanzaron los exteriores del edificio.
Un joven que había resultado herido
en una de las protestas en Quito falleció ayer en el hospital. La víctima, Marco
Oto, de 26 años, quedó presuntamente atrapado junto con otros jóvenes entre una puerta metálica y agentes motorizados en un paso peatonal elevado, según el comunicado de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu).
Tratando de escapar de esa situación se presume que él y otra persona
cayeron del puente peatonal durante la persecución policial.
Las manifestaciones, no vistas desde que Correa asumiera en 2007, dejan
un civil muerto, 73 heridos (incluidos 59 uniformados) y 570 detenidos (la mayoría por vandalismo), según autoridades.
Por su parte, el Ministerio de Energía
y Recursos Naturales No Renovables anunció la suspensión de las operaciones en tres pozos petroleros, manejados por la estatal Petroamazonas.
Según la entidad, los pozos se encuentran en las provincias de Orellana
y Sucumbíos, en la Amazonía ecuatoriana y sus instalaciones fueron tomadas por “grupos de personas ajenas a la operación”.
La toma de estas refinerías causó
una caída en la producción de petróleo de 2,710 barriles por hora, el 31 por ciento del total, según informó el ministerio.
Los indígenas, que planean realizar
su gran protesta el miércoles, tomaron distancia de los incidentes violentos.
“Los hechos vandálicos que se reportan
en la Contraloría y la Asamblea no tienen nada que ver con nuestras bases”, expresó por Twitter la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Moreno, en el poder desde mayo de
2017, desplegó a las Fuerzas Armadas ante las movilizaciones.