Golpea Covid-19 el empleo y educación de los menores de 30

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) pronosticó alrededor de 6 millones de empleos perdidos en México para el cierre de 2020 derivado de la contingencia por Covid-19, situación que coloca a ciertos grupos, como los jóvenes, ante el reto de desarrollar nuevas competencias laborales.

Resultados de la primera encuesta entre rectores de más de 700 universidades en el mundo, realizada por Santander y la IAUP, anticipa que la pandemia Covid-19 generará impactos económicos en matriculación y en necesidades de infraestructura en los centros de estudios de nivel superior.

El banco español y la Asociación Internacional de Presidentes Universitarios (IAUP por su sigla en inglés) realizaron la encuesta en donde además se subraya que como resultado de la pandemia 70 por ciento de las instituciones espera que sus programa educativos sean indefinidamente híbridos entre educación presencial y a distancia.

En México, el estudio Escasez de Oportunidades Laborales para los Jóvenes, que realizaron ManpowerGroup y Junior Achievement Américas, encontró que en el país, siete de cada 10 jóvenes, entre los 18 y 29 años, tienen dificultades para incorporarse al mercado laboral formal, debido a la falta de experiencia y habilidades, como el manejo de un segundo idioma y los conocimientos técnicos necesarios.

“Por lo general se paga más por la experiencia que por el nivel de estudios, así que mientras más pronto se incorporen a las organizaciones a través de programas de entrenamiento y conozcan diferentes áreas, más factible será alcanzar los puestos y sueldos deseados”, explicó Héctor Márquez Pitol, director de relaciones institucionales de ManpowerGroup.

A mayor escolaridad los jóvenes tienen mayores dificultades para emplearse, con licenciatura en 83 por ciento de dificultad, 79 posgrado y 76 por ciento con bachillerato. A detalle, los jóvenes con mayor escolaridad son quienes más han participado en el empleo formal y a menor escolaridad sus oportunidades laborales se han enfocado en el sector informal. Quienes cuentan con posgrados tienen 79% de participación en el sector formal y aquellos con primaria 75% en el sector informal.

El salario es el factor determinante para que los Millennials y Centennials acepten o no un puesto. El 50% pretenden encontrar empleos con salarios entre más de uno y hasta cinco salarios mínimos, 28% más de cinco y hasta 10 salarios mínimos, y el 11% más de diez salarios mínimos, revela Manpower.

“Los resultados de este estudio que hemos podido desarrollar junto con ManpowerGroup reafirman la creciente necesidad de exponer a los jóvenes a experiencias de aprendizajes vivenciales, pero, más aún, el acercarles estas experiencias a tiempo y en forma para poder convertirlas en oportunidades”, señaló Leo Martellotto, presidente de JA Américas.

A nivel mundial cuatro de cada 10 empleados en los sectores más afectados son jóvenes (comercio minorista, alojamiento y turismo); esto, sumado a la interrupción en la formación por cierre de escuelas, ponen a estas generaciones ante el riesgo de ser la población que padecerá las consecuencias del impacto económico de la pandemia, cita la OIT.

Respondiendo al llamado de la ONU de invertir más en la formación y orientación profesional, Nestlé lanzó un ecosistema de capacitación digital para que los jóvenes fortalezcan sus capacidades desde casa y con la que prevé impactar a más de 50 mil mexicanos de entre 18 y 29 años en los próximos cinco años habilitándolos en materia de empleabilidad.

Fernando León García, presidente electo de IAUP y rector del Sistema CETYS Universidad, señala que “más allá de las presiones generadas en temas como la recaudación de fondos y la matriculación de alumnos, los efectos de la pandemia han alterado la manera en que las instituciones de educación superior colaboran con la industria, sugiriendo además cambios relevantes en las tendencias de la educación internacional”.

Las respuestas a la encuesta de Santander y la IAUP indican fuertes presiones económicas en las instituciones, y la posible necesidad de cambios importantes en sus modelos de operación, pues más de 73% de las instituciones anticipan futuras caídas en sus ingresos; 59% prevén reducciones en la matriculación de alumnos, y 49% retos en su posibilidad de recaudar fondos.

“Hay diferencias importantes en las respuestas de los rectores de las distintas regiones, pues mientras que el aumento en las necesidades de apoyo financiero para estudiantes es considerada prioritaria en América y Europa, en Asia y Oceanía la prioridad la tienen las inversiones en infraestructura, mientras que en África y Medio Oriente el enfoque está en programas que favorezcan la empleabilidad de los estudiantes y egresados.

“En Santander estamos acompañando a las universidades en este reto, porque no tenemos duda que la apuesta por la educación superior hará la diferencia en un mundo post Covid.”