Cuba anunció ayer un recorte en las páginas y frecuencia de sus principales diarios afines al régimen castrista, incluyendo el oficialista Granma, el cual desde 1992 ya había tenido una caída en su tiraje de 41.2%, con ello, prácticamente la prensa escrita se aniquiló en la isla.
Los pocos medios de comunicación en el régimen castrista son dependientes y están sometidos a los dictámenes del poder y al Partido Comunista y, hoy están en medio de un incremento de las sanciones económicas desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca.
“Debido a dificultades con la disponibilidad de papel gaceta en el país, las ediciones del periódico Granma de los miércoles y viernes, así como de los semanarios Granma Internacional, Trabajadores, Orbe y Opciones, se reducirán de 16 a ocho páginas, a partir del viernes 5 de abril”, dijo el gobierno a través de un comunicado de prensa.
El texto destacó que Juventud Rebelde, el otro diario de alcance nacional, “circulará los domingos con su paginado habitual y dejará de circular los sábados”, mientras que “otras publicaciones seriadas (…) verán afectada igualmente su circulación”.
El recorte en la prensa oficial se añade a un notorio desabastecimiento de productos de primera necesidad para los cubanos que van desde aceite, huevos, harina de trigo y medicamentos hasta artículos de higiene, que conllevan a largas filas en la red de mercados locales cuando son distribuidos.
Sin embargo, esta situación no ha cambiado pues el 24 de agosto de 1991, Granma anunció un reajuste similar, también por falta de papel en la crisis de 1990. Nicolás José Moragues González, doctor en historia, detalla en su artículo “La revolución de los medios de comunicación en Cuba”, que en 1989 el gobierno de Fidel Castro importaba 41 mil toneladas de papel, por ello adoptaron un conjunto de medidas restrictivas.