Hablando de lesiones

Por supuesto, a la hora de escribir las últimas líneas, pienso en el América y en cómo se vio duramente golpeado durante las últimas jornadas, no solo por las ventas que vivió en el último mercado, como Edson Álvarez, Marchesín o Uribe, sino por aquellos que tuvieron que irse a un descanso obligatorio, como Henry Martín, Nicolás Benedetti, Gio dos Santos y, la más dura de todas, Nicolás Castillo, cuya recuperación va para largo.

Por supuesto que un equipo debe tener un plan de emergencia ante una situación así, y más un club como las águilas en donde ni siquiera esa cantidad de bajas es pretexto para no pelear por triunfos y títulos, cosa que los aficionados reclamaron duramente lasúltimas jornadas, en las que, por cierto, el equipo no ha ganado.

Hace algunas semanas, el preparador físico del club, Giber Becerra, finalmente cedió ante las críticas y cuestionamientos en redes sociales y dio su postura (con mucha validez dada su profesión), sobre las constantes lesiones en el equipo. Y es que según explicó (yo trato de citarlo a grandes rasgos nada más), que hay lesiones que se pueden prevenir, y en eso consiste el trabajo de pretemporada que todos los equipos en el mundo llevan a cabo.

Pero aquellas que se dan durante un contacto natural en un partido, pues son prácticamente impredecibles, nunca sabes en qué momento vendrá algún contacto fuerte que pueda mandarte a la lona 6 meses, como el caso de la famosa rotura de ligamentos, tan temida en el deporte (y en la vida misma, claro está).

Esta semana en la NFL 2 de los quarterbacks más célebres de la última década, también tuvieron que decir adiós por lesiones, y esa sola noticia bastó para decaer el ánimo de sus fanáticos, las expectativas de los especialistas y todo eso lo podemos comprobar en la línea de apuestas que suele reflejar casi al momento qué tantas posibilidades puede ganar o perder un equipo de acuerdo a las circunstancias.

En el caso del jugador de los Saints, Drew Brees, se trata de un desgarre en una zona cercana al pulgar de su mano de lanzar, lo que lo deja completamente sin opciones de jugar y que lo mandará al quirófano para ser baja de 6 a 8 semanas.

Con Ben Roethlisberger la situación es más delicada con una lesión muy similar a la que sufren los pitchers en el béisbol, en la zona del codo, y que también lo mandará a cirugía para dejarlo fuera el resto de la temporada.

Ninguna lesión es oportuna, y en el caso del deporte, es dolorosa hasta para los aficionados.

•Periodista y analista deportivo

alex.lindoro@gmail.com/@AlexLindoro