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POR RUBÉN MACHAEN
El canciller del régimen de Nicolás Maduro, Jorge Arreaza, durante la sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, celebrado ayer en Ginebra, fue plantado por delegados de unas veinte misiones diplomáticas de Latinoamérica y Europa, que se levantaron prestos a abandonar el recinto apenas Arreaza inició su discurso.
Un video muestra cómo unas 60 personas abandonaron la sala durante los 13 minutos que duró la intervención de Arreaza, quien solicitó ante los presentes, que la ONU facilitara establecer los canales necesarios para un diálogo entre el presidente de EU, Donald Trump y Nicolás Maduro.
Al concluir su intervención, Arreaza dijo a la prensa que el vacío de los diplomáticos carece de importancia, ya que “lo que importa es que los pueblos del mundo nos están escuchando”.