Del paquete económico para 2020
inquieta al sector público la salud de las finanzas públicas frente a un menor crecimiento, para mantener la estabilidad macroeconómica, refiere el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
Preocupa la baja en los ingresos del
gobierno tanto los petroleros como los provenientes de impuesto; por otro, una caída en el gasto en exceso puede ser dañina si entorpece la actividad del gobierno en favor de la economía, como en el caso de la provisión de servicios de salud, ecológicos y educativos, por ejemplo, o si la contracción se da en la inversión pública.
El origen principal de la caída de los
ingresos públicos en julio está en los ingresos no tributarios, particularmente en el rubro de aprovechamientos, que se redujo en 82.1 por ciento, respecto a julio de 2018, debido a que el año pasado hubo un importante ingreso no recurrente por concepto de ingresos excedentes.
La segunda causa de la disminución de los ingresos públicos de julio
pasado fue la caída de 26% anual en los ingresos petroleros, debido a la disminución en la producción, la menor venta interna de petrolíferos y al menor precio del petróleo de exportación.
Lo que puede generar mayor preocupación es la disminución de 7.5 por
ciento en los ingresos tributarios registrados con relación a julio de 2018, especialmente por la baja de 10.1 por ciento en la recaudación del ISR y de 7.9 por ciento en la del IVA.