La inflación en julio incrementó 0.38 por ciento, con lo que a tasa anual registró un avance de 3.78 por ciento –el más bajo desde diciembre de 2016-, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con ello acumula dos meses seguidos en el rango objetivo del Banco de México, cuya media es 3 por ciento, con una variación de 1 por ciento.
El descenso en los energéticos para este mes contribuyó a revertir el alza que arrancó para todo el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en enero de 2017, cuando se liberaron los precios de las gasolinas.
Los productos que presionaron en mayor medida al INPC fueron el pollo, la cebolla y la papa y otros tubérculos. Mientras el gas doméstico, el chayote y la uva fueron a la baja y representaron una menor incidencia en la medición.
Si bien la inflación cerró en 3.78, las necesidades básicas crecieron por arriba de esta tasa. Los alimentos y bebidas no alcohólicas avanzaron 5.44 por ciento, el gasto en salud creció 4.16 por ciento y el rubro de transporte lo hizo en 4.52 por ciento frente a julio de 2018.
La excepción fue el gasto en vestido y calzado, y en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, donde la variación fue de 2.22 y 1.33 por ciento, respectivamente.
Redacción ContraRéplica