Hugo Chávez: Causas y azares

La vida venezolana del último cuarto de siglo ha estado, sin duda, signada por la figura pública de Hugo Chávez. Desde su fugaz e histórica aparición en escena el 4 de febrero de 1992 con aquel “por ahora” de su golpe de Estado fallido.

Sobre esto no deben obviarse dos vectores: tanto por la alta exposición mediática que fue central de su estrategia política, como por la extensa producción en torno a su figura y acción pública, en general de corte propagandístico.

Sobre lo primero cabe precisar que Chávez fue –de lejos– la figura política venezolana que más ha hablado de sí mismo en público, lo cual ha convertido en hechos de dominio común muchas anécdotas y personajes de su historia personal. Sobre lo segundo, es válido recordar que además de devenir en el símbolo más visible del proceso de cambios que arrancó en 1999, Chávez pasó a encarnar la figura en torno a la cual se polarizó la sociedad venezolana.

En la vida cotidiana para la mayoría de los venezolanos, parece no caber medias tintas: a Chávez se le venera y ama o se leodia de forma visceral. Esta polarización también alimentó la producción editorial y periodística que se le ha dedicado.

Así las cosas, el libro como el que comentamos en esta nota es en primer lugar un ave rara, por varias razones. Se aproxima a Chávez, construye una biografía del personaje, y el resultado no puede descalificarse como producto de las parcialidades de un lado u otro. Es fácil decirlo, pero en medio de un contexto socio-político como en el que ha signado a Venezuela y su proceso político, ello tiene un valor significativo.

Lo otro resaltante es que estamos ante una pieza de periodismo de investigación bien lograda. En el libro se combinan las entrevistas propias, las fuentes bibliográficas y hemerográficas y documentación electrónica.

Las luces sobre la figura de Chávez, que arroja el libro, no producen necesariamente más certezas. Adentrarse en la contradictoria personalidad del presidente venezolano, produce no pocas interrogantes sobre cómo el destino o los golpes de suerte marcaron su vida. Incluso podemos decir que eso se extendió incluso a su muerte.

Son azares los que terminaron por llevarle a la carrera castrense, o la fortuna que le acompañó para salir airoso a una década de conspiración dentro de las Fuerzas Armadas, hasta que irrumpió en febrero de 1992. Ni hablar de los sucesos de abril de 2002, con aquel efímero golpe de Estado en su contra.

Entender la historia personal de una figura populista, con intenciones de cambiarlo todo, termina siendo herramientanecesaria para la mirada global del proceso. Así ha sido con Chávez y el chavismo.

• Periodista e investigador de la

Universidad Católica Andrés Bello, en

Caracas.@infocracia