La tormenta Barry se convirtió este sábado en huracán mientras enfilaba hacia Luisiana con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora y está previsto que su centro cruce la costa del estado en las próximas horas, dijeron meteorólogos estadounidenses.
Más de 50 mil residentes de Luisiana, en el sureste de Estados Unidos, permanecen sin el servicio eléctrico y cientos de ellos ya comenzaron a abandonar sus residencias, ante la llegada del huracán.
Los fuertes vientos que acompañan a Barry han provocado la caída de árboles y algunos revestimientos de aluminio volaron en la comunidad costera de Chauvin.
En Luisiana cientos de residentes realizaron compras de alimentos y artículos de primera necesidad, así como lámparas, radios de baterías, agua, y de primeros auxilios.
El ojo de Barry tocará tierra este sábado cerca de Morgan City, pero su tamaño será suficiente para llevar intensas lluvias a una extensa área de Luisiana.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, afirmó que se están tomando toda las medidas preventivas ante un eventual huracán.
“Esto va a ser un evento de lluvia mayor en gran parte de Luisiana”, dijo Edwards, tras agregar que autorizó el despliegue de tres mil miembros de la Guardia Nacional.
Redacción ContraRéplica
Imagen: Reuters