Antes del “Inicio de la Producción del Nuevo Modelo de la Credencial para Votar”, el consejero-presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, anunció que pese a que por segundo año consecutivo, —esta vez la LXIV Legislatura—, le impuso un muy importante recorte a los recursos presupuestales solicitados por dicho Instituto, bajo ninguna circunstancia recurrirá a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, que encabeza Arturo Herrera, para pedir una ampliación presupuestal porque indudablemente ello enviaría un mal mensaje a la ciudadanía respecto a la independencia y autonomía que debe guardar el INE con el Estado mexicano.
Por lo anterior, los consejeros se encuentran en la coyuntura de definir una ruta de acción para de esta manera dotar de certezas institucionales y administrativas al Instituto, tal como corresponde a un órgano de garantía de derechos y del sistema democrático en su conjunto, señaló Córdova.
En virtud de ello, el INE determinó tomar tres líneas generales para “ajustarse el cinturón”. La primera, consiste en aplazar la renovación del equipo y software de sistema integral de Verificación de Monitoreo, que se utilizan para garantizar la administración adecuada de los tiempos de radio y televisión en más de 2 mil 200 señales en todo el país y que debían ser renovados.
En segundo lugar, igualmente se aplazará la construcción de dos sedes de Juntas Locales, las cuales se realizarán eventualmente conforme a la disponibilidad de recursos presupuestales.
En tercer lugar, se pospondrá la modernización del equipo inmobiliario de los módulos de atención ciudadana que se tenía previsto para 2020.
Se subraya que estas medidas resultan insuficientes, porque el conjunto de los recortes que se aplican, alcanzan los 787 millones de pesos del gasto originalmente programado por el INE para el próximo año.
Sin duda y como lo apuntó el propio Lorenzo Córdova, 2020 será un año muy complejo; cuestión de recordar la propuesta que hiciera la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, para limitar y hacer rotativa la presidencia del Instituto y de esta manera, mermar el contrapeso que representa éste órgano autónomo garante de la democracia.
Pese a la adversidad, el INE una vez más está dispuesto a cumplirle a la ciudadanía, sobre todo, de cara a las elecciones programadas para 2020 y además, en lo que se refiere a que siga siendo un Instituto autónomo y ciudadano, así como demostrar que el cumple a cabalidad con su papel de árbitro electoral
De esta forma el Instituto ha hecho todo lo posible con el proyecto de presupuesto que ajustó para evitar trasladar en la medida de lo posible a la ciudadanía los costos de recorte impuesto por los diputados.
morcora@gmail.com