INTEGRIDAD PÚBLICA LATINOAMERICANA: MÉXICO

Básicamente está compuesta por gráficas, la ficha sobre nuestro país contiene tres comentarios de texto que hay que enlistar en toda su crudeza: la OCDE dice que el clientelismo, la baja calidad de las declaraciones patrimoniales y de intereses, la informalidad en el financiamiento político y las brechas en las regulaciones de lobbying (cabildeo) pueden resultar en políticas sesgadas en favor de intereses particulares y en una mayor percepción de corrupción.

Advierte también que para ser coherente y tener impacto, un sistema de integridad necesita sustentarse en una estrategia nacional, asegurar la continuidad de las políticas de integridad y promover el análisis de riesgos de corrupción. Finalmente, que las debilidades en los sistemas de integridad del sector público contribuyen a deteriorar las percepciones de los ciudadanos sobre la integridad y legitimidad de sus gobiernos y políticas.

Por su parte, esto revelan las gráficas de la “Ficha país”: En la primera, correspondiente a contribuciones en efectivo durante las campañas electorales, México está entre los países que permiten donaciones en efectivo en las campañas políticas, mientras que solo Uruguay las prohíbe. En la segunda, relativa a la distribución de regalos durante las campañas electorales, se reporta que nuestro país las prohíbe, junto con la mayoría de los países de la región.

En la tercera, que informa sobre el índice de calidad de la regulación de influencia indebida (en la que se califican la regulación de conflicto de interés, la del lobbying y la transparencia en los procesos de influencia) México aparece en la parte alta de la tabla, con calificación de 7 de un máximo de 9. En la cuarta, referente al índice de robustez del sistema de declaraciones patrimoniales y de intereses, nuestro país obtiene una calificación de 78 sobre un máximo de 100.

Una quinta gráfica determina la existencia de una estrategia nacional de integridad o anticorrupción y reporta que en nuestro país no tenemos algo así y en la última gráfica se informan dos cosas: 1. Que el 61% de la población mexicana considera que su gobierno está actuando mal en la lucha contra la corrupción, cifra que la región y en los países de la OCDE alcanza el 53 y 54%, respectivamente; y 2. Que en México, el 90% de los ciudadanos piensan que sus gobiernos actúan en favor de grupos poderosos, cifra que en la región es de 75%. Piénselo; ¿estaremos tan mal? No lo creo y lo explicaré en entregas posteriores.

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@ElConsultor2