Impuesto a compras en dólares dispara dólar informal en Argentina

Por Martha Cotoret y agencias

Las primeras reformas del presidente de Argentina, Alberto Fernández, para levantar la economía ya empiezan a mostrar efectos negativos. El peso argentino cerró ayer en 63 pesos por dólar, pero en el mercado informal se disparó hasta los 80 pesos por dólar, al comenzar a aplicarse un gravamen de 30 por ciento a la compra de divisas.

Esa tasa fue incluida en una ley denominada de emergencia sancionada el pasado viernes y que incluyó aumento de impuestos para hacer frente a la aguda crisis económica que enfrenta el presidente Alberto Fernández.

En octubre pasado, tras la victoria de Fernández en las elecciones presidenciales, el Banco Central de Argentina reactivó el control de cambio que establece un límite de compra de 200 dólares por mes a través de cuentas bancarias y de 100 dólares por mes para la adquisición en efectivo por persona, en un intento por evitar que sigan cayendo sus reservas internacionales.

Debido a estas restricciones, las personas que van a viajar o a comprar mercancías en el exterior deben recurrir al mercado informal para comprar divisas.

El impuesto de 30 por ciento a la compra de divisas golpea a la clase media argentina, acostumbrada a ahorrar en la moneda estadounidense para cubrirse de las cíclicas devaluaciones del peso y de la inflación, una de las más altas del mundo.

"Estos días me vienen diciendo que todas las medidas que tomo son para la gente pobre y me preguntan por la clase media. Todos tenemos que ayudar a los más pobres, a los más postergados para que estén un poquito mejor", sentenció el presidente de Argentina, después de la proclamación de la ley de emergencia económica el pasado martes.

Según el último balance del Banco Central, las reservas internacionales son de 43 mil 700 millones de dólares, unos 19 mil millones menos que el año pasado.

La ley que declara la emergencia económica prevé también gravámenes en 30 por ciento a las compras en el exterior con tarjetas de crédito y a los viajes al extranjero, así como un alza de impuestos a los sectores altos y medios, y beneficios sociales para los sectores más pobres.

Además establece aumentos a los gravámenes a las exportaciones agrícolas, con un máximo 33 por ciento para la soja, el principal producto de exportación. “Había puesto una limitación con una fórmula de 4 pesos por dólar en un momento donde el dólar valía menos de la mitad de lo que vale hoy; hay que entender que todos tenemos que hacer un esfuerzo, el campo también", señaló Fernández el pasado 15 de diciembre.

Argentina atraviesa una recesión económica desde el segundo trimestre de 2018 con una inflación de 48.3 por ciento a noviembre y una depreciación de la moneda en ese lapso de 38 por ciento en lo que es la peor crisis de su economía en los últimos 17 años.

La caída del PIB fue de 2.5 por ciento en 2018, en tanto el Fondo Monetario Internacional calculó que la baja en 2019 será de 3.1 por ciento y de 1.3 por ciento el año que viene.

Con información de AFP