Hacia el final del informe de auditoría ya citado, se puede leer el cuarto y último hallazgo, lleno de gráficas y términos técnicos, denominado: “Tendencia mostrada en el último 5% altamente improbable”, en el que se reportan dos momentos de especial interés: 1) Cuando el procesamiento de actas alcanzó el 81por ciento, instantes antes de que la autoridad electoral dejara de reportar avances en el conteo. Ese fue el momento en que se cargó un número anormal de actas al sistema provenientes de un servidor desconocido. 2) Cuando el procesamiento de actas alcanzó el 95 por ciento.
Además, que en el último 5 por ciento del cómputo 290,402 votos fueron contabilizados, de los que Morales ganó un 60.5 por ciento de éstos, mientras Mesa obtuvo solamente un 23.8 por ciento. O sea, en el último 5 por ciento de votación, Morales incrementó el promedio de votación en un 15 por ciento comparado con el 95 por ciento anterior, mientras Mesa cayó en una proporción prácticamente igual, y que ese comportamiento fue muy inusual.
Ya en el apartado conclusivo, el informe afirma que en los cuatro elementos revisados (tecnología, cadena de custodia, integridad de las actas y proyecciones estadísticas) se encontraron irregularidades, que van desde indicativas hasta muy graves.
Esto llevó al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección. En el componente informático se descubrieron fallas graves de seguridad en los sistemas tanto de resultados preliminares como del cómputo final. Además, se descubrió una clara manipulación que afectó tanto los resultados preliminares como los del cómputo final.
Dice el informe que el margen de victoria en primera vuelta fue menor a 40 mil votos y por lo tanto, afirma, “una irregularidad de estas dimensiones es determinante para el resultado”, por lo que el equipo auditor no validó una victoria en primera vuelta.
Además, que las manipulaciones al sistema informático fueron “de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano” para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave. “La existencia de actas físicas con alteraciones y firmas falsificadas también impacta la integridad del cómputo oficial”.
Que teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo. Sin embargo, resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10 por ciento de diferencia para evitar una segunda vuelta.
El reporte afirma que aunque los técnicos de la OEA contaron con la necesaria información y accesos para poder realizar su trabajo, “el equipo auditor no puede validar los resultados de la presente elección, por lo que se recomienda otro proceso electoral” y que de ser el caso “deberá contar con nuevas autoridades electorales para poder llevar a cabo comicios confiables”. Parafraseando al clásico: “no lo digo yo, ahí está el informe de la OEA”.
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