¿Cómo van la región y nuestro país en este fin de año en la guerra contra la corrupción? La OCDE nos ofrece un panorama completo en su reporte La Integridad Pública en América Latina y el Caribe 2018-2019.
Pionera en la métrica anticorrupción y en la propuesta de líneas de acción para entenderla y combatirla de mejor manera, la organización señala en el reporte que, aunque en la región los índices de pobreza cayeron notoriamente, las desigualdades se redujeron y la calidad de vida mejoró en los últimos 15 años, la verdad es que, en comparación con otras regiones, el nivel de desigualdad sigue alto y la mayoría de los ciudadanos no perciben los avances y desconfían de sus gobiernos.
Declara también que los escándalos de corrupción, que tocaron a casi todos los países del continente en los últimos años, no han hecho más que reforzar esta desconexión creciente entre los ciudadanos y sus gobiernos. El dato alarmante es que el 75 por ciento de los latinoamericanos percibe que sus países están gobernados por unos cuantos grupos poderosos que actúan en beneficio propio.
El informe entero es una admonición que hay que ponderar con toda seriedad en estos días de cierres anuales, pues advierte que para lograr avanzar auténticamente en la lucha contra la corrupción se hace indispensable promover un cambio sistémico, que reconozca y fortalezca las prioridades actuales en materia de integridad. El informe adelanta medidas atinentes como una mejor regulación y control del financiamiento político, un servicio civil basado verdaderamente en el mérito, un sólido régimen de control interno y externo y un sistema bien articulado de coordinación entre las entidades de gobierno que previenen, combaten y persiguen la corrupción.
Reconoce que durante el reciente maratón electoral de la región, muchos candidatos incluyeron la integridad en sus programas electorales y algunos, ya electos, la establecieron como objetivo de gobierno y nos recuerda que el Compromiso de Lima, dedicado a la “Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción”, firmado por 34 países en ocasión de la Cumbre de las Américas en 2018, es un hito al respecto y la expresión más reciente de la voluntad política para la gobernabilidad democrática y la lucha contra la corrupción.
No hay que olvidar que durante la reunión de Alto Nivel del Programa Regional de la OCDE para América Latina y el Caribe sobre Integridad para el Buen Gobierno, se presentó y discutió de manera conjunta un plan de acción para poder materializar el compromiso. Este plan incluye 103 medidas concretas que los gobiernos de la región pueden emprender para avanzar hacia la erradicación de la corrupción en las administraciones públicas y garantizar una política más inclusiva. En la entrega posterior le comentaré lo que sobre México contiene el Informe referido.
gsergioj@gmail.com
@ElConsultor2