A siete años de haber sufrido la última de las crisis médicas derivadas de un par de accidentes ocurridos durante una persecución policíaca en Tabasco, el policía tercero, Daniel Soto, vive en la incertidumbre de lo que representan los cambios de la Policía Federal hacia la Guardia Nacional.
“Sé que soy un estorbo, he pasado por el hostigamiento y la discriminación, pero lo único que quiero que se respete es mi discapacidad”, señala a ContraRéplica.
Ello, porque apenas en abril pasado, las autoridades del Centro de Mando le enviaron un oficio para su traslado a la sede de Constituyentes de donde después lo comisionarían a provincia lo cual para él representa un impedimento toda vez que requiere de oxígeno para caminar.
Ante la decisión de su cambio, el policía federal presentó una tarjeta informativa con un peritaje médico del cual se desprendió que tiene una disminución física corporal del 230 por ciento.
Ulises Librado