Internet para zonas apartadas

La intención presidencial tiene un contenido social loable. Falta saber si la Comisión Federal de Electricidad dispone del presupuesto necesario para cumplir semejante tarea. Las cifras económicas de las que nos hemos enterado en las últimas semanas han sido, en todos los casos, negativas. De acuerdo con el Inegi, el índice de confianza del consumidor disminuyó. Según la consultora A.T. Kearney, México cayó del lugar 17 al 25 como país atractivo para la inversión extranjera directa. Los resultados de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) Trimestral publicados por el Inegi señalan que éste disminuyó (-)0.2 por ciento en términos reales, en el trimestre enero-marzo de este año frente al trimestre previo con cifras ajustadas por estacionalidad. No hablemos de la preocupante deuda de Pemex. La tasa de desocupación (desempleo) en el país registró en marzo un alza a 3.6 por ciento, su mayor nivel en 27 meses, de acuerdo con datos del Inegi. Consecuentemente, al perderse empleos es de suponer que también cayó la recaudación fiscal.

El desempeño económico del país no va bien, aunque el discurso oficial tenga “otras cifras”. No tardarán en descalificar al Inegi acusándolo de ser cómplice de la mafia del poder y de aportar estadísticas enemigas del pueblo o algún disparate similar. Dirán que nunca criticó a gobiernos anteriores, a pesar de que el Instituto lleva muchos años midiendo y publicando estos indicadores. Quizá valdría la pena empezar por componer estos números antes de aventarse una responsabilidad adicional. ¿Por qué no cumplir primero con las responsabilidades constitucionales del Gobierno y los servicios públicos a los que tenemos derecho todos los mexicanos? A los servicios públicos hay que sumar los programas estrella del nuevo gobierno: apoyos para jóvenes, adultos mayores y el larguísimo etcétera de las promesas de campaña.

En el reino de la demagogia no importan los números, pero al final todo lo paga el contribuyente mexicano. Nadie puede oponerse a servicios de internet para los mexicanos en zonas marginadas, pero quizá primero deberíamos garantizar a todos escuelas y hospitales públicos de calidad.

En la misma gira por Nayarit, el mandatario mexicano se comprometió a no dejarse rodear “por lambiscones, por barberos; voy a estar escuchado siempre al pueblo de México”. Ojalá que escuche también a sus técnicos y expertos en finanzas cuando le digan que el dinero ya no alcanza para prometer cosas nuevas.

Gobernar es presupuestar, decía el político socialista y primer ministro francés Michel Rocard.

•Internacionalista y analista político:

@avila_raudel