Al menos 15 personas —seis civiles y nueve combatientes— murieron en ataques israelíes contra Siria el domingo, informó ayer el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
“No sabemos si los civiles murieron en los bombardeos israelíes, por estallidos de misiles caídos en la zona o por la enorme presión causada por las explosiones”, declaró el OSDH.
Según esta ONG, los bombardeos alcanzaron varias posiciones iraníes cerca de Damasco y apuntaron contra un centro de investigación y un aeropuerto militar al oeste de la ciudad de Homs, donde están desplegados combatientes de Hezbolá.
Uno de los combatientes prorrégimen abatidos era sirio, y el resto era de otras nacionalidades, declaró el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
La agencia de prensa oficial siria Sana informó por la noche que cuatro civiles habían muerto y que 21 fueron heridos en un bombardeo israelí cerca de Damasco.
La agencia precisó que un niño de tres años figuraba entre los civiles abatidos y mencionó bombardeos israelíes cerca de Damasco y en Homs.
“Nuestras defensas aéreas hicieron frente a misiles enemigos lanzados por aviones israelíes”, indicó la agencia, citando una fuente militar.
Desde que comenzó la guerra en Siria, en 2011, Israel ha llevado a cabo varios bombardeos contra el ejército sirio, pero también contra fuerzas de Irán y del Hezbolá libanés, aliados del régimen de Bashar Al Asad, y dos grandes enemigos del Estado hebreo implantados en Siria.