La policía japonesa mantiene reforzada la seguridad en el país, sobre todo, en torno al Palacio Imperial ante la abdicación del emperador Akihito y la ascensión al trono de su hijo, el príncipe Naruhito.
En el transporte público, la policía usa detectores de metal y perros policía, en tanto el acceso a la plaza frente al palacio estará restringido durante las ceremonias de abdicación y ascensión.
Miles de agentes de la policía se encuentran desplegados para las ceremonias y por lo menos se mantendrá así hasta el próximo jueves, cuando Naruhito realice su primera aparición pública como emperador de Japón, en medio de grandes multitudes de simpatizantes, de acuerdo con la agencia Kyodo.
La seguridad en torno a la ceremonia se intensificó tras el incidente del fin de semana en el colegio del nieto de Akihito, Hisahito, donde un hombre burló los controles, logró llegar al aula del chico de 12 años y le dejó dos cuchillos junto al pupitre.
La ceremonia de abdicación del emperador Akihito será breve y privada este martes en el Palacio Imperial, donde su hijo Naruhito asumirá el trono, en la primera abdicación, tras 200 años, desde que el emperador Kokaku cedió su puesto a su hijo Ninko.
El miércoles próximo, Naruhito recibirá de forma oficial los atributos del soberano: la sagrada espada Kusanagi, una joya de jade y un emblemático espejo que podría tener más de mil años de antigüedad.
El evento público se celebrará en octubre próximo, con la presencia de numerosos Jefes de Estado y otros miembros de las casas reales de todo el mundo, además unos dos mil 600 invitados, de acuerdo con medios locales.
Redacción ContraRéplica, Imagen Reuters