POR CARLOS JIMÉNEZ
Sin citar a la víctima para escuchar su versión, y por considerar que no era creíble que abusaran sexualmente de ella habiendo luz del día, un juez del Tribunal Superior de Justicia ordenó dejar en libertad a un hombre investigado por cuando menos tres violaciones y un abuso sexual en la Ciudad de México.
Fue el juez Luis Alejandro Díaz Antonio quien calificó de ilegal la detención del sujeto hecha en flagrancia por
agentes de la Policía de Investigación, sin siquiera llamar a la víctima para que hablara sobre la agresión de la que fue objeto.
Ayer ContraRéplica reveló que
agentes de la Procuraduría de Justicia de la ciudad detuvieron a Javier “N”, un hombre de 56 años, habitante de Iztapalapa ligado con, cuando menos, cuatro ataques sexuales.
Los elementos lo atraparon este fin
de semana, justo cuando acababa de realizarle tocamientos a una mujer.
Sin embargo, en consideración del
juez, no era creíble que ese sujeto la atacaran en plena luz del día, como ella lo había denunciado.
Aunado a ello, Díaz Antonio, dio
crédito a la defensa del acusado la cual argumentó que a Javier “N” lo habían detenido cuatro policías, y no sólo los dos que firmaron su captura.
Con estos argumentos, el juez determinó la tarde del domingo calificar
de no legal la detención del hombre.
Así le permitió quedar en libertad, sin
analizar el resto de las imputaciones en su contra.
▶ Pese a ello, la
Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) ya tenía preparada otra orden de aprehensión en contra de Javier “N”.
Se trata de uno de los
expedientes que tienen en su contra por una serie de violaciones registradas al norte de la capital.
Por este motivo, apenas salió del
Reclusorio Oriente, agentes de la corporación que encabeza Omar García Harfuch ya estaban esperándolo. En cuanto se dispuso a ir a casa, los elementos lo aprehendieron.
Al momento de ser recapturado familiares y amigos que estaban en el lugar intentaron liberarlo de los policías.
A golpes y jalones buscaron quitárselo a los investigadores.
Mientras discutían, uno de los amigos de Javier “N” incluso le reclamó al
abogado que llevaban, por la nueva detención. Le reprochó que para eso le habían dado lo que pidieron. “No habíamos quedado en eso con el Juez”, le dijo esta persona al litigante.
A pesar del jaloneo y la discusión,
los elementos de la Procuraduría lograron retener al hombre para cumplimentar la orden de aprehensión en su contra por el delito de violación y robo.
El detenido asegura que labora
para un despacho de abogados. Sin embargo, en ocasiones le decía a su esposa que iba a tener “guardia” en su trabajo y por eso llegaría tarde. La realidad es que se trasladaba hasta la zona de Gustavo A. Madero para buscar y atacar ahí a sus víctimas.
Los retratos hablados que hicieron
peritos de la Procuraduría, son sumamente parecidos a su rostro. Las agredidas lo describieron de forma similar: moreno, de entre 45 y 50 años, de 1.70 metros, con el cabello cano.
La forma de operar, la misma: amagaba a las mujeres, las llevaba a la zona del cerro, las violaba y les robaba
sus pertenencias.
Dos de sus ataques quedaron registrados en los expedientes CI-FDS/
FDS4/FDS-4-01/430/08-2018 y CIFDS/FDS4/FDS-4-01/558/09-2019 de la Fiscalía Central para Delitos Sexuales.
El primero ocurrió el 28 de agosto
de 2018. El sujeto amenazó con una navaja a una mujer, la llevó a la Sierra de Guadalupe y ahí la atacó sexualmente. El otro ocurrió apenas el pasado 3 de septiembre. Amenazó con una pistola a una mujer, y luego la violó. A las dos les robó.