Por Martha Rojas
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Con una interpretación intergaláctica de la historia de la María y los primeros años de vida de Jesús, Kanye West y el coro de su servicio religioso cerraron las actividades de la Art Basel Miami, que hizo gala del más amplio sentido de “arte” y “contemporáneo” para vender una banana en 120 mil euros (150 mil dólares).
La fruta, de hecho, era una obra de arte titulada Comedian del creador italiano Maurizio Cattelan, quien pretendía con plátano en pared lanzar un crítica al sistema de consumo, una crítica que ni el propio Andy Warhol en sus lapsos de mayor osadía y banalidad imaginó.
Tal parece que la obra consiguió su finalidad al convertirse en una pieza digna del arte acción, luego de que un artista neoyorquino llamado David Datuna se comiera la fruta que sostenida por cinta adhesiva, colgaba de una pared del stand de una prestigiosa galería.
Una vez superado el oprobio, los galeristas aseguraron que no levantarían cargos en contra del creador y que el siguiente año regresarían con más prpuestas “trasngresoras”.
Mensaje mesiánico
En doce escenas, Kanye West recorre desde la Anunciación hasta la Presentación en el templo del niño. El espectáculo con el que cerró la prestigiosa feria se realizó sobre una plataforma flotante, la Graymar 128, anclada cerca de la orilla del cayo Virginia, entre Miami y Cayo Vizcaíno, y el público la presenció desde tierra en asientos colocados para la ocasión y otros desde una pequeña playa.
Los artistas, casi todos vestidos de pies a cabeza en color plata, llegaron a bordo de tres transbordadores.
Los únicos que se diferenciaban eran los artistas que interpretaron a la Virgen y al arcángel Gabriel, quienes iban de color celeste metálico.
La ópera consistió en una combinación de piezas inéditas de gospel, arias y varios temas de West en versión coral, entre los que se destacaron "Can't Tell Me Nothing" (2007), "Power" (2010) y "I Thought About Killing You" (2018).
También incluyó piezas conocidas como "Gloria Excelsis Deo" y "El tamborilero".
Las canciones, tocadas por un conjunto de 17 músicos de percusión sinfónica ayudados por un sintetizador, fueron interpretadas por el centenar de cantantes gospel del Sunday Service Collective, creado en enero de este año para apoyar el ministerio religioso que preside West.