La Nostalgia De La Vida

La vida, se ha vuelto en un ir y venir de información, en hablar con extraños más que con conocidos. Nos nutrimos por lo que leemos, en lugar de hacerlo con las conversaciones reales entre los amigos que en verdad queremos.

La nostalgia se nutre del recuerdo, y cuanto más perdemos, aludimos los olores, las texturas, las sonrisas, las miradas y los anhelos.

Las gotas de agua que descansan sobre una ventana en un día nublado, siempre provocan una necesidad por recordar, por aceptarnos frágiles y al mismo tiempo, protegidos ante la lluvia de allá afuera.

Cada gota es un reflejo de lo que deseamos ver, es como encapsular un pensamiento en cada una de ellas.

Sus formas irregulares e instantáneas, crean un panorama de apreciaciones distintas.

No hay persona que logre ver las mismas figuras, ni le provoque las mismas emociones, es más, hay quienes nunca se han detenido a admirar la belleza de una tarde lluviosa.

El buen Juan Pablo Becerra, amigo y periodista tiene ese buen ojo que siempre evoca un poco de melancolía en lo que ve. Es de los pocos hombres que guarda un ojo sensible y lo captura en su Instagram. No es fotógrafo, pero lo hace bien.

Hoy es un viernes raro, porque acá en la Ciudad de México estamos embalados en las eternas tardes de cielo gris y mucha lluvia, lo que hace al verano una época fría y húmeda.

También es un viernes extraño, porque día con día leemos más notas sobre muertes, que de vidas. Hoy el fotógrafo documentalista Eniac Martínez se enfrenta a la batalla de estar en el limbo del mundo terrenal y de ese intangible, que no conocemos. Su vida se paralizó el día de ayer, a unos días de haber presentado su libro fotográfico Basura, en el Colegio de San Ildefonso.

Ayer por la mañana, hubo un accidente aparatoso sobre Periférico y San Jerónimo, el frente de la camioneta quedó deshecho y quien la conducía, salió disparada del auto y murió al instante.

La violencia, la inseguridad, la frialdad de una sociedad que se ha olvidado de respetar y en verdad vivir en armonía, me ha llevado a ver esta imagen de Juan Pablo y navegar en mis propios pensamientos.

La vida ya es otra, no es como crecimos o como cuando estudiamos, bueno no es la misma de hace cinco años para acá. Somos conexiones wifi, somos marcas de moda, somos tuits en anonimato, somos seres estresados, somos desinteresados, somos otros.

Pareciera que nos creemos eternos o que esta ventana siempre la veremos así de linda, con cientos de gotas de agua como esferas de recuerdos, pero no. Allí está Eniac en este momento, escuchando la lluvia sin poder verla, los papás de la chica que chocó en la mañana, llorando por no entender lo que pasó.

Como diría el gran Benedetti:

•¿De qué se nutre la nostalgia? Uno evoca dulzuras, cielos atormentados, tormentas celestiales, escándalos sin ruido, paciencias estiradas, árboles en el viento, oprobios prescindibles, bellezas del mercado, cánticos y alborotos, lloviznas como pena, escopetas de sueño, perdones bien ganados (…)

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