El pasado 30 de abril, el Pleno de la Cámara de Diputados aprobó un dictamen de las Comisiones Unidas de Hacienda y Crédito Publico y de Presupuesto y Cuenta Pública, que da vida a Ley Federal de Austeridad Republicana del Estado. Con esto, se materializa el compromiso y la convicción de la cuarta trasformación de establecer un modo de vida democrático que prioriza el interés general y tiene como principios rectores la mesura y sobriedad de la vida pública.
Durante mucho tiempo, hemos sido testigos de los dispendios de gobiernos insensibles, viajes en aviones privados y helicópteros, choferes, automóviles blindados, guaruras, seguros médicos particulares y un largo etcétera. Pero esto ha llegado a su fin, porque en Morena queremos un gobierno austero, sin gastos innecesarios, que destine la mayor parte de sus recursos a los propósitos reales de desarrollo y justicia.
Esta nueva Ley, restringe la asignación de choferes y secretarios particulares; prohíbe la compra o arrendamiento de vehículos de lujo; la contratación de seguros de ahorro, seguros de separación individualizado y cajas de ahorro especiales para servidores públicos con recursos del estado. Prohíbe también, la compra de mobiliario de lujo y el derroche de energía eléctrica, agua, servicios de telefonía, gasolinas e insumos financiados con el erario.
La Austeridad Republicana elimina las pensiones a expresidentes, la contratación de servicios de consultoría y asesoría de despachos externos salvo en los casos en extremo indispensables que no puedan realizarse con la fuerza de trabajo de los servidores públicos. Restringe la creación de fideicomisos públicos a áreas especificas y bajo una serie de requisitos y obligaciones que garantizan la transparencia y legalidad del uso de los recursos.
Se restringe el gasto en difusión de propaganda o publicidad oficial a lo estrictamente indispensable para dar cumplimento a los fines informativos, educativos o de orientación social y éste gasto no podrá incrementarse durante el ejercicio fiscal salvo para situaciones de carácter emergente. Asimismo, se establece un Comité de Evaluación con el fin de revisar las medidas de austeridad y para que los entes obligados reporten periódicamente los ahorros obtenidos por la aplicación de la Ley.
Estoy segura, pronto el Senado de la República buscará el momento propicio para concluir con la aprobación de esta Ley.
En México, la austeridad ya no solo es un deseo. La austeridad es ley para todo el gobierno y llegó para quedarse.