L a cuenta de Twitter del senador Martí Batres dice “se convocó a votar a senadoras y senadores de Morena. De última hora se dejó votar al Grupo del PES. En consecuencia debe dejarse votar al Grupo Parlamentario del PT”. Inmediatamente después, puede leerse en la misma cuenta “El senador Ricardo Monreal ensució el proceso interno del Grupo Parlamentario de Morena a lo largo de todas estas semanas y con una maniobra de último momento al dejar votar a legisladores que no eran de Morena”. Siguiente mensaje de Twitter del senador Batres: “No avalo los resultados de la votación en el Grupo Parlamentario de Morena para definir la propuesta para Mesa Directiva del Senado”. Espere, aún hay más. “Durante meses el senador Ricardo Monreal me persiguió y me combatió para sacarme de la Mesa Directiva. ¿Qué logró? Exhibirse como un político faccioso, incapaz de encabezar un amplio movimiento. El riesgo es que regresemos a las épocas del cacicazgo y el poder de un solo individuo”. Batres concluye: “Lo han dicho otros y se corroboró hoy: Ricardo Monreal es un factor de división en Morena.
Le hace mucho daño a nuestro movimiento”.
Frente a semejantes embates, la respuesta del senador Monreal, también en Twitter, fue muy diplomática. “Al ejercer mi voto para la reelección de la Mesa Directiva del Senado Mexicano o la elección de una nueva fórmula, lo hice por ambas opciones.
Entendiendo que será anulado o considerado abstención. Respetaré la decisión de la mayoría de las y los Senadores de Morena”. Para concluir, Monreal remata: “En política, las decisiones que se toman suscitan controversia y hasta polarización. El Grupo Parlamentario de Morena votó en libertad. Comprendo las reacciones y las descalificaciones son injustas, pero actuaremos con tolerancia y altura de miras.
#UnidadEnMorena”.
Este pleito entre ambos senadores se inscribe en una lucha mayor por el proceso de sucesión al frente de la presidencia del partido Morena. Las luchas partidistas internas tienen su lugar y son parte de toda democracia. No obstante, uno desearía que no contaminaran el funcionamiento institucional del poder legislativo. En vista de la juventud de Morena como partido político, es comprensible la falta de procedimientos institucionales para dirimir disputas internas. Aún así, este incidente no presenta el rostro más formal ni moderno de Morena.
A resultas de este proceso, escogieron a la senadora tabasqueña Mónica Fernández Balboa como sucesora de Batres al frente de la Mesa Directiva del Senado. Ya circulan los memes alusivos al tema en redes sociales y numerosas bromas sobre la pelea intestina de Morena. Sabemos que Yeidckol Polevnsky apoya a Batres en esta coyuntura. Lo que no sabemos todavía es si ya tienen previstas algunas medidas para evitar que esto vuelva a pasar la próxima vez que cambie la Mesa Directiva. México no se lo merece.
•Internacionalista y analista político:
@avila_raudel