Justo para el día de hoy se aplazó la discusión y votación en el Senado de la República para ver quién quedará finamente como cabeza en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Los aspirantes son: Rosario Piedra Ibarra, José de Jesús Orozco Henríquez y Arturo Peimbert. Sin embargo, desde Palacio Nacional se dio la instrucción de que se optara por la hija de quien fuera galardonada recientemente con la medalla “Belisario Domínguez”, luchadora incansable a favor de las personas desaparecidas, doña Rosario Ibarra de Piedra.
Muy merecido sería que Piedra Ibarra fuera elegida, pero para ello, se requieren las dos terceras partes del pleno. Esto se le ha complicado al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, Ricardo Monreal, pues al tema de la designación del titular de la CNDH, detonó un asunto colateral que tiene que ver con una rivalidad entre el zacatecano y quien fuera presidente de la Mesa Directiva del Senado y buscó la reelección en el cargo, Martí Batres, quien se dedicó a dividir a la bancada de Morena en dicha instancia legislativa para que el exgobernador de Zacatecas se enfrentara a serios obstáculos para sacar adelante el nombramiento de Rosario Piedra.
El problema es que el presidente de la Jucopo tiene en contra también a la oposición, especialmente a la fracción parlamentaria del PAN, que en el Senado coordina Mauricio Kuri y en ese renglón las diferencias se han ahondado por las recientes comparecencias del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, que se convirtieron básicamente en un enfrentamiento entre el funcionario y los legisladores de Acción Nacional, debido, entre otras razones, por el pasado del exdiputado con la administración de Vicente Fox y la manera en que terminaron las cosas.
Como puede apreciarse aquí la situación se divide en dos peligrosamente. Así, si Monreal no logra las dos terceras partes para que el Senado nombre a Rosario Piedra presidenta de la CNDH, sería la primera ocasión en que el zacatecano no podría concretar sus buenos oficios.
Además, siguiendo bajo el supuesto de que Monreal fracasa en su intento de que Rosario Piedra sea nombrada presidenta de la institución garante de los derechos humanos y se tuviera que proponer una nueva terna por las comisiones encargadas del proceso, se dice que podría estar compuesta por alguno de estos contendientes: Rosy Laura Castellanos, Michael Chamberlain, Ricardo Bucio, Carlos Pérez, Alberto Athié o Elizabeth Lara.
Ahora bien, si, por el contrario, el coordinador morenista lograra obtener los acuerdos necesarios, entonces, la bancada de Morena tendría que saldar en otros nombramientos como el del nuevo ministro de la SCJN. En fin, todo puede pasar.