La oposición se retira de la mesa de diálogo

RUBÉN MACHAEN

Mediante un comunicado, la Alianza Cívica de Nicaragua, principal organismo opositor del régimen de Daniel Ortega, informó que no volverá a la mesa de diálogo con el gobierno hasta que el oficialismo no dé “muestras contundentes” de voluntad de negociación, entre las que estipula la liberación de presos políticos. La alianza, compuesta por grupos estudiantiles, empresariales y cívicos, también exhortó al gobierno de Ortega al “cese de la represión, de los secuestros”.

▶ A pesar de que el ente opositor no detalló si sus demandas incluyen la liberación de las, al menos, 770 personas detenidas desde que iniciaron las protestas antigubernamentales en abril de 2018, hasta el momento, el régimen de Ortega le ha otorgado “libertad condicional” a 112 personas.

Otra de las demandas es la “plena observancia y respeto de estándares internacionales para el tratamiento de los presos políticos, incluyendo la prohibición de tratos crueles, inhumanos y degradantes y brindando pronta asistencia médica a reclusos”.

Desde el gobierno, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, único asistente, leyó ante las cámaras un texto en el que afirmó que la delegación oficialista del gobierno de Ortega asistió a la sede de las negociaciones, alegando que “todos los temas importantes están sobre la mesa para asumir la responsabilidad de seguir conversando, consensuando y estableciendo cronogramas de trabajo”. Sin embargo, se negó a responder las preguntas de la prensa y no emitió comentario en torno a las denuncias de la Alianza Cívica.

El retiro de la Alianza Cívica de Nicaragua se suma a la ausencia de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que el pasado 4 de marzo informó de su retiro de la mesa de negociación, por considerar que su presencia “no es ineludible”, al tiempo que agradeció que “en algún momento se nos haya tomado en cuenta”. Sin embargo, de acuerdo a medios de prensa locales, el gobierno de Ortega habría vetado la presencia de obispos críticos a su gestión, lo cual incomodó al clero. A pesar de esto, el representante del Vaticano, Waldemar Stanislaw, continúa participando en las negociaciones.

Diversas organizaciones de la sociedad civil y activistas sociales llamaron ayer a una vigilia mundial por la libertad de los presos políticos. “Hacemos un llamado a la solidaridad internacional, a sumarnos, en todas las ciudades, a la vigilia por Nicaragua este 23 de marzo”, dijo Wendy Juárez, una de las activistas de la Alianza Cívica, quien recordó que ayer, ocho mujeres cumplieron 12 días encarceladas y en huelga de hambre, luego de participar en manifestaciones contra Daniel Ortega. Según Juárez, las mujeres han sido maltratadas por elementos de seguridad del Estado, por lo que también solicita la presencia de “médicos y medicinas” para los presos políticos.

Por su parte, el eurodiputado Ramón Jáuregui, quien visitó Nicaragua hace varias semanas, mostró preocupación ante el estatus de las negociaciones, alegando que la ausencia de la Alianza Cívica y la interrupción del diálogo “trae demasiadas dudas sobre la voluntad del gobierno en las negociaciones” y agrego que “la libertad de los presos es una condición necesaria” para el diálogo.