El Instituto Mundial de Recursos Naturales (http://wri.org), con sede en Washington, D.C., es una organización global no gubernamental, dedicada a la investigación para preservar y aprovechar mejor los recursos naturales, que llama “el fundamento de la oportunidad económica y del bienestar humano”. Se enfoca en 7 temas asentados entre el cruce del medio ambiente y el desarrollo: clima, energía, alimentación, bosques, ciudades, los océanos y el agua en general.
Recientemente, producto de una batería de instrumentos de medición y análisis que denomina “Aqueduct tools”, el Instituto publicó nuevos datos sobre el “estrés por agua” que sufren los países y las ciudades, que hay que revisar con detenimiento para asegurarnos que nuestros gobiernos estén haciendo su parte para posponer lo más posible el “día cero”, que es la fecha en la que las comunidades se quedarán sin agua.
Según dicho reporte, de los 134 países estudiados, 17 encaran muy alto estrés por escasez de agua; pero no solo eso, la población de esas naciones, en conjunto, abarca una cuarta parte de la población mundial. Son Qatar, Israel, Líbano, Irán, Jordania, Libia, Kuwait, Arabia Saudita, Eritrea, Emiratos Árabes Unidos, San Marino, Bahrein, India, Paquistán, Turkmenistán, Omán y Botswana. Es decir, el 25 por ciento de la humanidad enfrenta una crisis inminente de sed.
En una segunda clasificación, con estrés a secas, están otros 28 países, entre los que se encuentra México. Si usted visita el mapa en el sitio, podrá ver que del centro de nuestro país hacia el norte, el riesgo es extremo y del centro hacia el sur, el golfo y la península de Yucatán el riesgo es mediano.
Respecto de las ciudades, reporta que en Sao Paulo, Brasil; Chennai, India; y Ciudad del Cabo, Sudáfrica, hubo ingentes crisis de agua en 2018 que apenas libraron su día cero. La Ciudad de México mereció un comentario preocupante: que estamos en un índice de riesgo extremo, que nos estamos acabando el agua subterránea en lugar de irla reponiendo y que, tan es así, que nuestra capital federal está hundiéndose lenta pero inexorablemente.
Además, que 33 de las ciudades con más de 3 millones de habitantes (cuya población en conjunto suma 225 millones) presentan también un alto riesgo que hay que atemperar o combatir, y que para 2030, esas 33 localidades podrían convertirse en 45 y que esas incluyen a 470 millones de habitantes en total.
En su ominoso poema Rima del Antiguo Marinero, Samuel Taylor Coleridge describió en 1798 las vicisitudes de los hombres del mar que, varados en medio de la nada, rodeados de agua, no tienen, empero, ni una gota para beber. Esa sed terrible, infinita, fatal, llegará a tierra firme en breve plazo, a menos que hagamos algo. No es un reto menor. ¿Lo estarán viendo nuestras élites políticas y económicas?