La imposición de Estados Unidos sobre China en las negociaciones para llegar a un acuerdo comercial que termine con la aplicación de aranceles sobre un estimado de 200 mil millones de dólares de productos provenientes de China deja ver la desesperación de la primera potencia mundial ante la amenaza de su par asiático de superarlo en lo económico, tecnológico y militar. La etapa final de las conversaciones para resolver la disputa comercial entre ambos países se está llevando a cabo y cada vez es más evidente la preocupación de la honorabilidad bilateral de respetar el acuerdo.
The New York Times reportó que Steven Mnuchin, actual Secretario del Tesoro de Estados Unidos, repitió nuevamente su afirmación de que el mayor obstáculo para un acuerdo comercial, es cómo hacer cumplir el acuerdo. Estados Unidos ha estado presionando a China para que acepte un mecanismo que le permita a Washington imponer aranceles a los productos chinos si Pekín renuncia a ciertas partes del acuerdo.
Por otro lado, el Financial Times reportó en ese mismo tema que hasta este momento la discusión sobre la aplicación e implementación de un acuerdo se ha enfocado principalmente en las demandas de Estados Unidos de un sistema para garantizar que China cumpla con sus compromisos, incluidas las promesas de comprar más productos estadunidenses y avanzar hacia una economía más basada en el mercado. Estados Unidos ha exigido que se le permita imponer sanciones a China de manera unilateral, y sin represalias, si encuentra que Pekín ha incumplido el acuerdo.
Como es de esperarse, el viceministro de Comercio chino, Wang Shouwen, comentó que cualquier mecanismo de aplicación deberá ser bidireccional, justo e igualitario, ya que las propuestas actuales infringen su soberanía y le da a Washington demasiado poder.
Tampoco hay que olvidar que existe dentro del gobierno de Donald Trump la conciencia de que China le lleva la delantera en la aplicación de inteligencia artificial, tanto en los negocios como en problemas militares; el Washington Post publicó un artículo de opinión a principios de noviembre exponiendo la incapacidad de Estados Unidos de responder adecuadamente al reto tecnológico en aplicación militar. China tiene una estrategia nacional que pone el desarrollo de la inteligencia artificial como prioridad. En esa misma línea, el nuevo acuerdo bajo discusión, requeriría a China terminar con su práctica de pedir a compañías estadunidenses darle los derechos de tecnología como una condición para hacer negocios allí.
Resultará interesante conocer los detalles de los acuerdos una vez que se finalice la negociación. La realidad es que Estados Unidos ha perdido terreno en el desarrollo tecnológico frente a China al no haber habido claridad de derechos y uso de patentes tecnológicas; se revela así la cesión de un país entrar en un mercado multimillonario y la toma de ventaja del otro.
•Director de análisis financiero
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