Las regiones del futbol

No evitaremos el tema: existe un recelo entre los equipos del norte (sobre todo estos dos clubes) y el resto de equipos en el futbol. Y mientras esas discusiones nunca lleguen al odio, las agresiones o la violencia, creo que serán bienvenidas de forma sana.

No podemos negar el protagonismo que ambas instituciones han vivido por casi una década. Planteles poderosos, directivas serias, una inyección económica determinante en el éxito deportivo que han vivido, y por supuesto, títulos.

Todo esto contribuyó para dejar atrás un estigma de equipos que tenían poco protagonismo fuera de la Sultana del Norte durante el siglo XX, en el que incluso llegaron a tener fama de pésimos visitantes.

Me parece que Rayados y Tigres entendieron en algún momento esa necesidad de protagonismo que la importancia de su ciudad les exigía. Monterrey desde hace muchísimos años es una de las metrópolis más importantes para nuestro país en otros ámbitos como el económico, y como siempre se dice, el futbol suele ser reflejo de muchos ámbitos sociales, cosa que en este caso aplica perfecto.

Volviendo al tema de la rivalidad regional, ésta no parece tener fundamentos muy sólidos, pero existe. El primer tema es el de la grandeza, y es que siempre que salen al tema los títulos y logros de ambas escuadras, no tardan los allegados a clubes como América, Pumas, Cruz Azul y Chivas en salir a defender la grandeza y tradición de sus instituciones. Y a la disputa se unen otras fanaticadas de equipos que en algún momento han marcado época.

Mientras en Nuevo León hay una tendencia a sentir que el resto del país no reconoce el estatus actual de sus equipos (claramente dominantes en nuestra era, para que quede claro), en el resto del país, y sobre todo en el centro, suele sentirse una especie de exclusión, al asegurar muchos aficionados que la fanaticada regia se ha encargado de hacer menos a sus rivales en otras regiones de país.

Es un cuento de nunca acabar, en realidad. Y repito, a mí me parece sano que exista esa competencia mientras no trasgreda el respeto. En ese sentido, los que deben ponerse las pilas son los directivos del resto de clubes, para estar a la altura de ambas escuadras, cosa que pocos han hecho, como América en los últimos tiempos.

Hoy Rayados y Tigres nos regalan nuevamente una final, con todo y un marco pasional impresionante y a veces envidiado por otras aficiones, aunque no lo digan. Que el balón corra y sea un gran espectáculo.