Lecciones sobre corrupción de altos mandos en México

Gracias a las investigaciones de Animal Político, Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad (MCCI), de la ASF, la FGR y la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, hoy existe una cascada de información y detalles sobre dos de los casos de corrupción de altos mandos: la Estafa Maestra y el caso de Lozoya de Pemex.

Por un lado, no cabe duda de la importancia que tienen estos dos casos para la lucha contra la corrupción del gobierno de la 4T. Tal vez, ambos definirán la anticorrupción del sexenio. Pues tanto la ciudadanía, como las encuestas y los expertos, coinciden en que la impunidad es la causa principal de la corrupción; en este sentido, llevar estos dos casos a una conclusión vista como justa debe ser una prioridad de Estado.

Sin embargo, lograr este fin requiere de amplios recursos, mucha atención a los detalles, y paciencia, pues tardará tiempo. Pues a diferencia de casos similares donde hay mucha información pública que parece indicar culpabilidad pero que al final de cuentas no hay sentencias si no exonerados – alimentando la percepción de simular el combate a la corrupción –; en esta ocasión, la fiscalía tiene que hacer las cosas impecables. Esta vez, y ante estos dos casos emblemáticos, la opinión pública quizá no va a perdonar la exoneración.

Pero por otro lado, y aparte de las investigaciones en curso y los casos judiciales en el porvenir, es importante analizar estos casos para sacar lecciones importantes que nos permitan aprender sobre la naturaleza de la corrupción y la anticorrupción. Ya que representan ejemplos históricos por su alto perfil, cuya conclusión administrativa o penal determinará el desanimar y, probablemente, disminuir la corrupción. Más aún, la Estafa Maestra y el caso de Pemex nos ofrecen una oportunidad invaluable para entender cómo funciona la corrupción, identificar los hoyos y las fallas del sistema que facilitan estas formas de corrupción y reconocer qué aspectos sistémicos si funcionaron en ambos casos para llevarnos a donde estamos.

Ya hay algunas lecciones. La primera es el papel fundamental que juega el periodismo investigador al exponer y detallar la corrupción. En el caso de la Estafa Maestra, fue el trabajo detallado y de largo plazo de los equipos de Animal Político y MCCI los que llevaron a una notable exposición mediática sobre lo ocurrido. Aunque trabajaron con base en los reportes de la ASF, sus investigaciones mostraron la amplia red de corrupción, la manera precisa de cómo se desviaron los recursos, la falta de servicios contratados, y la existencia de empresas fantasmas.

Además del periodismo, es fundamental reconocer el papel de la organización de la sociedad civil; pues fueron los abogados de MCCI quienes denunciaron a Rosario Robles. Aunque son los oficiales de la Fiscalía los que al final de cuentas enfrentan el trabajo de investigar y armar las carpetas sobre la corrupción; los medios, y las organizaciones de la sociedad civil, juegan un papel fundamental en esta lucha al poner la alarma, generar atención pública y dar pistas y herramientas para empujar y ayudar al gobierno. Con tanta atención del público – con reportajes continuos revelando nuevos aspectos de los crimines del estado – el gobierno está obligado a actuar.

El caso Pemex también nos muestra el papel de las negociaciones judiciales en los EE.UU. y Brasil, donde directivos de Odebrecht dieron testimonio de haber sobornado a Lozoya (y muchos otros) para recibir una sentencia reducida.

Pero hay muchas más lecciones de estos casos por identificar. Aún hace falta un análisis profundo, algo que debe hacer el gobierno de forma sistemática. En realidad, cada caso de corrupción, particularmente casos tan enredados como Estafa Maestra y Pemex, tiene la capacidad de mostrar las fallas del sistema de prevención de la corrupción; de señalar lo que no funciona y lo que si funciona.

Algunas de las preguntas clave para entender estos casos de corrupción son: ¿Fue un problema de las normas o de las lagunas legales que deben de revisarse? ¿Se debe a la falta de procedimientos dentro del sistema de fiscalización? ¿Muestran un problema general de la administración pública o solo dentro de Sedesol (ahora Bienestar) y Sedatu? ¿Muestran la debilidad de la fiscalización de las universidades públicas? Si la ASF identificó estas irregularidades, ¿Por qué tardo tanto tiempo para llegar a este punto? ¿Cuáles y quienes son los obstáculos? En el caso de Pemex, si hay testimonios sobre el pago del cohecho desde la corte norteamericano ¿Por qué tiene que pasar tanto tiempo para proceder legalmente? Ad infinitum.

Así, el gobierno de México tiene un papel doble: por un lado, seguir los casos para sancionar a los funcionarios que actuaron de forma corrupta y, por otro lado, seguir los casos para arreglar el sistema preventivo. Mientras el primero es de mucho más alto perfil y corresponde a las demandas públicas, sin el segundo, lo mismo pueda ocurrir en el futuro y la cuenta no se acabará. Por ello, el Congreso y el Ejecutivo por medio de la SFP deben de anunciar su intención de sacar las lecciones de la Estafa Maestra y la corrupción de Pemex bajo Lozoya.

Stephen D. Morris, Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Arizona Colaborador de Integridad Ciudadana A.C. Actualmente es profesor titular en el Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en Middle Tennessee State University y participa en el Mexico Institute del Baker Center of Universidad de Rice (Houston, Texas) @Integridad_AC @sdmorris4