Es un fanfarrón, un boca floja, un provocador. No cabe duda de que Donald Trump es eso y más, pero de ahí a que vaya a iniciar una guerra comercial con México, veo un largo camino.
Primeramente, todo está en terreno digital que tanto le gusta, en los tweets donde tan cómodo se siente. Segundo, la Casa Blanca ha desarrollado una política de comunicación en donde la confusión y, falta de claridad son la constante (el documento de 15 cuartillas del jueves, donde habla hasta en siete ocasiones de México y, revuelve todo).
Tercero, en caso de un conflicto comercial, también impactarían a los estadunidenses. Cuarto, la implementación de aranceles violaría el TLC o NAFTA (que impide una acción unilateral). Quinto, es una estrategia de negociación utilizada por el presidente Donald Trump para llevarla al extremo.
Es de destacarse la inmediatez en la respuesta del gobierno mexicano y, el tono de la narrativa, en donde sobresalen palabras como “guerra”, “timorato” y, hasta “chimuelo”. Y la pregunta es ¿dónde queda la diplomacia..? Que era necesario desde hace tiempo una respuesta a los constantes ataques y, ofensas de Donald Trump, ni duda cabe, pero la prudencia en situaciones de esta envergadura es necesaria, al igual entender que el presidente estadunidense es un provocador por naturaleza.
De aquí al 10 de junio faltan muchos días y, presiones por vivirse. Este martes ya anunció el canciller mexicano Marcelo Ebrard, que inician reuniones con su contraparte Mike Pompeo y, el infaltable Jared Kushner (yerno de Trump). Veo posibilidades de solución al conflicto, sin embargo, debemos prepararnos para el peor escenario; la implementación de estos aranceles crecientes que empiezan en 5 y, pueden llegar incluso a 25 por ciento, en octubre próximo. Situación nada buena para ambos países.
En el centro de esta amenaza comercial, está la política, Donald Trump busca reelegirse para un segundo periodo, ésta es su real motivación, velada, envuelta en una máscara comercial, pero su aspiración política es su motor.
Hay hechos concretos que se están dando en la relación entre países, ambos presentaron ya a los legisladores la propuesta para la aprobación de un nuevo tratado comercial trilateral (T-MEC -UMSCA). Estados Unidos sigue siendo el primer comprador de México.
Sólo el año pasado, México exportó a ese país más de 346.5 mil millones de dólares en artículos desde automóviles hasta frutas y, verduras. Incluso su roll como principal exportador se ha incrementado en los últimos tiempos como resultado de la guerra comercial de Washington con China. La relación geopolítica México-Estados Unidos, no es tan fácil de eliminar.
Estamos en la antesala de una guerra comercial, la diplomacia es fundamental y, la sin razón a nadie conviene.
•Doctora en Relaciones Internacionales
ncalmarosa@gmail.com