Columnas
La Constitución Política de la Ciudad de México fue promulgada el 5 de febrero de 2017 y en días pasados celebró su segundo aniversario, reconoce a la Ciudad de México como una “entidad federativa de pleno derecho”, que garantiza derechos y libertades de sus habitantes. Los derechos contenidos en esta Constitución conforman un nuevo paradigma constitucional en la vida nacional, al incorporar y ampliar los principios libertarios para el ser humano.
Por ejemplo, los DESC o de segunda generación que implican una obligación activa por parte del órgano estatal, consistente en determinar y establecer políticas, bases y lineamientos para hacer efectivo el disfrute de una mejor calidad de vida para diversos grupos o sectores de la población.
Los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESC) están directamente relacionados con los Derechos Civiles y Políticos, ya que, son interdependientes.
Los DESC constituyen la base para que el ser humano pueda desarrollar sus capacidades, debido a que representan a los derechos que posibilitan a las personas y sus familias a gozar de un nivel de vida adecuado; además, fijan niveles mínimos de bienestar que debe cubrir el Estado.
La realización de los derechos humanos implica poner en el centro a la persona humana, así como reconocer aquellos derechos colectivos que permiten la protección de comunidades para desarrollar una vida adecuada que permita e impulse la libertad de su ciudadanía.
En tanto que la democracia implica la consolidación de un Estado que garantice los derechos humanos, por lo que es necesario dotar de los instrumentos y medidas legislativas, administrativas y presupuestales necesarias para hacer exigibles y justiciables los DESC.
De igual forma el reconocimiento constitucional de derechos humanos debe ser acompañado por disposiciones para que los órganos del Estado cumplan con sus obligaciones de respetar, promover, garantizar y proteger los derechos humanos.
Por tanto, la importancia del diseño e implementación de políticas públicas con enfoque de derechos humanos debe considerar claramente programas, servicios y presupuestos públicos, así como la competencia respectiva de los órganos de gobierno para su implementación, seguimiento y evaluación con transparencia y rendición de cuentas.
Todas las personas nacen libres e iguales en derechos. Su protección es el fundamento de la Constitución Política de la Ciudad de México, y toda actividad pública o privada debe estar guiada por el respeto y garantía de los derechos humanos.
Flor de loto: “El Estado de derecho consiste en que lo que dice la Constitución y la ley se respete, se tome en cuenta y se aplique”.