Ver la imágenes de un Donald Trump sonriente estrechando la mano de un dictador como Kim Jong-Un , después de haber logrado lo que nadie desde 1953 –dar ese paso a territorio norcoreano– hace pensar ¿dónde está el mérito? No se me hace congruente, sobre todo cuando se habla de uno de los regímenes más sanguinarios en el mundo, y dicho en un informe de 2017 de Human Right Watch .
Lo poco que se sabe de esa nación asiática es por los testimonios de los valientes hombres y mujeres que han tenido la suerte de escapar de su país y que literal viven para contarlo: torturas, abusos sexuales, trabajos forzosos y el alabar como si fuera un Dios a quien lleva las riendas de ese país.
La dinastía Kim lleva 7 décadas con el control de Corea del Norte desde la Segunda Guerra Mundial, en lo que le llaman la “guerra olvidada”; a los ciudadanos se les ha enseñado que Estados Unidos es el enemigo, el malo de la historia y además culpable de la situación económica por las sanciones que ha impuesto Washington. Por eso insisto ¿en qué consistió “el honor” dicho por Trump de cruzar la zona desmilitarizada? Fue el momento de la foto sí, el que el nombre del presidente republicano se haya registrado en la historia como “el primer presidente en pisar territorio norcoreano”, ¿y luego?
El objetivo de Donald Trump es que el Pyongyang abandone de forma definitiva su programa nuclear, algo que no ha sucedido a pesar de los tres encuentros Trump-Kim; si el presidente deEstados Unidos ya está “encarrerado” porque no apoyarse en la comunidad internacional hacer un frente común y exigir al dictador norcoreano una mayor apertura en su país y la aplicación de derechos humanos a cambio de levantar sanciones, ese escenario sí le permitiría a Trump ubicarse como un líder mundial. Pero es lamentable que hasta el momento no se hable de la vida llena de amenazas de los norcoreanos quienes no pueden decidir libremente ni siquiera en un corte de pelo.
Estos tres encuentros han dejado claro que Kim Jong-un ha mantenido más la batuta, y que Trump, a su vez, este “líder millenial ” ha aprovechado el acercamiento con la Unión Americana para tener encuentros con otros jefes de Estado como los de Rusia, China y su vecino Corea del Sur. Pero, ¿qué tanto estaría dispuesto Kim a abrirse al exterior? Ese sí sería un gran paso por la paz.
PALANCAS DE MANDO.
En menos de dos semanas Merkel ha sufrido dos veces temblores, y de plano alertó que le volverá a suceder. ¿Qué sabe que los demás no?
•Es analista de temas internacionales,
especialmente, en política de EU,
Latinoamérica y el Vaticano.
@lauperezcisnero