Siempre he dicho que la universidad cambió mi vida. Fue en la universidad donde empecé a leer en serio, donde los profesores me motivaron a cuestionar, a escribir, además de transmitirme su pasión por la Ciencia Política. Pero también, fue en la Universidad donde tuve mi primera experiencia de huelga, en febrero de 2008, a escasos cuatro meses de ingresar a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ésta estalló en huelga; 11 años después, la historia se repite.
El pasado 1 de febrero el Sindicato Independiente de Trabajadores de la UAM (SITUAM) suspendió las actividades Universitarias exigiendo 20 por ciento de aumento salarial y la revisión al Contrato Colectivo de Trabajo. Sin llegar a un consenso, las autoridades han ofrecido un aumento salarial del 3.35 por ciento, un 3 por ciento de aumento al tabulador y un 4.83 por ciento en vales de despensa, porcentajes que en su conjunto son superiores al otorgado por otras Universidades.
Los principales afectados, sin duda, es la comunidad estudiantil: más de 58 mil estudiantes corren el riesgo de perder el trimestre; a falta de servicios administrativos alumnos no han podido concursar para intercambios, becas, publicaciones, posgrados; becas congeladas (considerando que estas son vitales para estudiantes que se encuentran el extranjero); más de 3 mil investigaciones han sido suspendidas, cancelación de participación en la FIL, y un retraso en la convocatoria de nuevo ingreso. Y así podríamos enunciar invaluables pérdidas y ninguna victoria.
▶ Como dato: las dos fuentes de ingresos de la UAM son por recaudaciones propias y los que otorga la federación; de estos últimos el 86 por ciento es asignado a salarios y prestaciones, los cuales son aprobados previamente por la Cámara de Diputados. Por otro lado, es sabido que la universidad pública sufrió una reducción en el PEF 2019 en términos reales, y que se avecina una Reforma Educativa que contempla la gratuidad de la educación superior; es decir, no más cuotas de recuperación, en este sentido, los acuerdos deben proteger la estabilidad financiera de la UAM a futuro.
¿Hasta dónde el legítimo derecho a huelga de los trabajadores está por encima de otro derecho constitucionalcómo el de la educación?
Hoy una de las tres mejores Universidades Públicas del país está cerrada por un conflicto laboral. Ojalá que la próxima vez que la UAM tenga los reflectores sea para reconocer su calidad educativa o sus aportes a la ciencia y no por situaciones que al exterior restan prestigio. #UAMabiertaYA.
•Colaboradora de Integridad Ciudadana,
Politóloga por la UAM. Twitter: @
MendozaI88 @integridad_AC
Viviana Islas Mendoza Colaboradora de Integridad Ciudadana, Politóloga por la UAM, con estudios en Políticas Públicas, Derecho Parlamentario, Procesos Electorales, Transparencia y Violencia Política contra las Mujeres @VivianaIslasM @Integridad_AC