Macri sube salarios y recorta impuestos para reconquistar a la clase media

El presidente argentino Mauricio Macri anunció ayer beneficios salariales y recortes de impuestos, en un intento por rescatar apoyo electoral de cara a las presidenciales de octubre por parte de sectores cansados de sus políticas de austeridad.

Macri -que sufrió un duro revés en elecciones primarias del domingo frente a la fórmula peronista de centro-izquierda de Alberto Fernández y Cristina Kirchner- anunció modestos bonos salariales, una reducción impositiva para los trabajadores y pequeñas empresas, y la congelación del precio de la gasolina durante 90 días.

Además habrá un aumento del salario mínimo, actualmente de 12 mil 500 pesos mensuales (208 dólares) y que se encuentra por debajo del costo de la canasta básica, aunque no precisó el monto.

La intención del gobierno es que las medidas abarquen a 17 millones de trabajadores y sus familias, así como a pequeñas y medianas empresas.

“Reflejan la necesidad de enfocarse en los sectores que más han sido afectados por la crisis económica y que le dieron la espalda al presidente en las primarias. Muestran la necesidad de recuperar a por lo menos una parte de esos votantes”, estimó Paula García Tufro, experta del Atlantic Council.

“Mi tarea es asegurar la gobernabilidad. El diálogo es el único camino.

La incertidumbre ha generado mucho daño y nos obliga a ser responsables. Quiero transmitir tranquilidad en este proceso electoral que ha comenzado”, dijo el mandatario en un mensaje difundido antes de la apertura de los mercados, sacudidos por una corrida cambiaria desde el lunes.

Más tarde, el mandatario contó en las redes que mantuvo “una buena y larga conversación” con Alberto Fernández. “El se comprometió a colaborar en todo lo posible para que este proceso electoral, y la incertidumbre política que genera, afecte lo menos posible a la economía de los argentinos”, tuiteó.

En reacción a los resultados electorales, el lunes la moneda argentina se depreció casi 20 por ciento y la bolsa de Buenos Aires cayó 38 por ciento mientras se desplomaban acciones y bonos argentinos en Nueva York.

Macri “toma tardíamente estas medidas sin tener en cuenta las consecuencias. Intenta mover el consumo y eso no está mal, pero se deben hacer en un marco de acuerdo de 180 días porque sino es riesgoso”, dijo su rival Fernández en declaraciones a El Destape Radio. “Es como el padre nuestro que rezan los ateos antes de morir, no sirve”, agregó.

Las medidas se extenderán hasta fin de año y tendrán un costo fiscal de 40.000 millones de pesos (665 millones de dólares). Macri, que termina su mandato el 10 de diciembre, lleva a cabo un programa de fuerte ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional a cambio de un crédito de 56 mil millones de dólares.

El mandatario anunció un paquete de medidas “para aliviar el bolsillo de los argentinos”, ya afectados por una inflación de 22.4 por ciento entre enero y junio, que sufrirán un nuevo golpe por efecto de la depreciación de la moneda. En el anualizado, junio a junio, la inflación acumuló 55.8 por ciento, una de las más altas del mundo.