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POR RUBÉN MACHAEN
Luego de la detención de Jorge Ramos, periodista de la cadena Univisión, por parte del personal de seguridad de la residencia presidencial de Nicolás Maduro en Caracas, el también periodista Daniel Garrido, de la cadena Telemundo, fue secuestrado por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), quienes le pusieron una capucha en la cabeza y lo mantuvieron más de siete horas a bordo de un vehículo oficial.
Desde Miami, el vicepresidente de Noticias Telemundo, Luis Fernández, denunció vía Twitter la desaparición de Garrido, informando que la última comunicación con el periodista se dio cuando estaba en las inmediaciones del hotel donde se hospedaban Jorge Ramos y su equipo y que era fuertemente custodiado por elementos de seguridad del Estado.
Tras la denuncia, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (Sntp) de Venezuela compartió en redes la última imagen publicada por Garrido, en las adyacencias del hotel donde se hospedaban Ramos y su equipo e informó que su última pauta había sido darle cobertura a la presencia de los organismos de inteligencia que custodiaban al equipo de la cadena Univisión.
Horas más tarde, también vía Twitter, Fernández informó de la aparición de Garrido, quien, despojado de sus teléfonos por parte de los funcionarios del Sebin, fue liberado en una autopista en el este de Caracas. “Nos acaba de escribir Daniel Garrido. Está libre. Le han quitado los teléfonos. Otro atentado contra la libertad de prensa. Otro más”, aseveró.
ASEDIO CONTRA PERIODISTAS
En entrevista para ContraRéplica, Carlos Correa, director de la asociación Espacio Público, que defiende la libertad de expresión y documenta casos de censura y represión, comenta que sobre el caso de Garrido, Espacio Público envío un equipo a la sede del Sebin, buscando información sobre el periodista y los funcionarios negaron tener conocimiento. “Una versión que, por supuesto, no creímos”.
El caso de Jorge Ramos, de Univisión, prueba cómo, directamente, el presidente y sus ministros son quienes se responsabilizan por la detención arbitraria de periodistas”. "Cada vez hay más represión y menos mecanismos para documentarla".