“Estos delincuentes que están en el gobierno nos están matando de hambre y nos están matando de salud. Ahora no tengo miedo. ¡Haz lo que quieras, Maduro, conmigo también! ¡Mataste a mi esposa, también mátame a mí!”, reclamaba Jesús Alberto Jaramillo, durante una protesta en Caracas para exigir el restablecimiento del servicio eléctrico que afecta a la capital desde hace ocho días.
Su esposa murió en un hospital luego de que no pudiera ser atendida por la falta de luz y medicamentos. “Murió porque no había asistencia en el hospital, porque no tenía un medicamento. Por eso murió la mujer de mi vida. Por eso murió la madre de mi hija, ¿me entienden?”, expresó el hombre en un video que difundió a través de Twitter.
Como él, 30 millones de venezolanos sufren la suspensión de la electricidad, lo que ha llevado a que tampoco haya servicio de agua. “Como no tenemos luz desde el lunes, se nos acabó el agua que teníamos en los tinacos. Es un desastre”, afirmó Carmen Fernández, una ama de casa con dos niños de 6 y 4 años, en entrevista para ContraRéplica.
La solución que plantea el gobierno amenaza con aumentar la crisis: 30 días de racionamiento.
El chavismo sostiene que las fallas que dejaron a oscuras a Venezuela apartir del 7 de marzo por cinco días y luego el 25 del mes pasado son producto de sabotajes. La oposición y expertos atribuyen los apagones a años de desinversión en el sistema eléctrico desde que el fallecido Hugo Chávez nacionalizó el sector en el 2007.