Morena pierde mayoría en congresos locales

Así, aprovechando las divisiones que a nivel nacional ya ha empezado a tener Morena, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, ha contribuido con su “granito de arena” para que este partido siga perdiendo la mayoría que tenía en varios congresos locales y en el caso de la entidad hidalguense, el aún priista hace todo lo posible por acallar a las voces inconformes.

Luego de las elecciones de julio del año pasado, Morena obtuvo tan buenos resultados que se reportaba que dominaba 17 congresos estatales, pero el tiempo ha transcurrido y a tan sólo ocho meses de distanciadesde que inició la actual administración, se ha reducido a 11 y de continuar esta situación, los morenistas podrían perder otros dos congresos locales para quedar sólo en 11.

Hace un par de semanas, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se reunió con los líderes parlamentarios de los congresos locales, además del Congreso de la Unión, así como con la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, para enterarse que los congresos locales de Durango, Baja California, Veracruz y San Luis Potosí, ya no tienen mayoría morenista.

La mayor crisis de esta situación, se refleja en Hidalgo, donde el gobernador Fayad ahora se dedica a comprar a diputados morenistas para mermar seriamente la mayoría calificada que tenía este partido en el Congreso local.

Esta situación, —especialmente la de Hidalgo—, la ha subestimado la secretaria Sánchez Cordero pues delegó el asunto al subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, sí, el mismo que ha venido defendiendo públicamente la tristemente famosa Ley Bonilla en Baja California. Dicho subsecretario se habría reunido con Víctor Guerrero Osmid, que recibió gran espaldarazo desde la secretaría de Gobernación para ser él de nuevo coordinador de Morena en el Congreso hidalguense.

Todo indica que es desde la Segob y ni siquiera de la oficina de su titular, sino desde una subsecretaría, donde se maneja a los congresos locales, como se ve, en detrimento de Morena.

Lo que no deja de extrañar es la actitud del subsecretario Peralta, pues en unos temas se presenta como incondicional del partido mayoritario y para el caso de Hidalgo, se ha vuelto uno de los más cercanos al gobernador Omar Fayad y a su secretario de Gobierno y operador, Simón Vargas. El asunto pinta para terminar muy mal y al final Morena no ganaría nada, seguirá perdiendo.

• Periodista

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