Muere el artista cinético cuya obra resignificó la diáspora venezolana

Cromointerferencia de color aditivo, de Carlos CruzDiez es una metáfora de la ilusión, del color que vibra y siente, y del exilio al que están obligados cerca de 3.4 millones de venezolanos.

Creada en 1978, la instalación tangible de mosaicos, desplegada a lo largo del pasillo principal del Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAAIM) en Venezuela, acompaña a la diáspora con una última fotografía. Los más osados no han reparado en hurtar alguno de los azulejos que lo integran, para regresarlo “al volver”.

Fotografiarse con el mural de fondo es uno de los últimos rituales que los venezolanos hacen antes de dejar el país que han amado, pero que ahora les resaulta triste y hostil.

Para las autoridades aeroportuarias se trata de un acto vandálico y de "destrucción", la última palabra quizá sea la que mejor aplique.

El piso cromático mide 2 mil 608 metros de largo y está conformado por una serie de mosaicos que fueron importados desde París, ciudad en la que el artista plástico residió desde los años 60 hasta su muerte, ocurrida el sábado pasado.

El maestro falleció por causas naturales, a los 95 años de edad, rodeado por su familia, misma que notificará a sus seguidores los rituales y homenajes póstumos que se realizarán en su honor.

Nacido en Caracas el 17 de agosto de 1923, Cruz-Diez fue un símbolo de la resignificación, y sobre todo de la implicación del movimiento en el espacio y en el tiempo: lo cinético.

Para él, lo importante era perseguir ese movimiento y no representarlo en sí mismo. Los agujeros que ahora lucen en la obra agujerada y desvencijada que está en el aeropuerto de Maiquetía trazan ese movimiento, aunque no precisamente plástico.

"Descansa en paz, maestro Carlos Cruz-Diez. Tu obra ha trascendido fronteras y nos ha llenado de orgullo como venezolanos. Pronto, tus colores del aeropuerto de Maiquetía verán regresar a millones", sostuvo Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela.

El artista siempre mantuvo una vida discreta. Hace cinco años publicó sus memorias enVivir en Arte, "recuerdos de lo que me acuerdo", decía.

Hijo de un poeta, en sus más de 70 años de carrera Carlos Cruz-Diez abarcó ocho investigaciones sobre la autonomía del color y realizó más de cien integraciones de arte en el espacio público.

La obra del venezolano trascendió fronteras y varias de sus piezas forman parte de la colección permanente del del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, el Tate Modern de Londres, el Centre Pompidou, de París, y el Museum of Fine Arts, en Houston, entre otros. Además, fundó tres talleres de arte en Caracas, Parísy Panamá.