Muñoz Ledo, el político que ha trascendido a 10 presidentes

Por Osvaldo Córdova

Hoy cumple 86 años uno de los personajes más influyentes de la escena política nacional contemporánea: Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega.

Perteneciente a una estirpe de políticos intelectuales que veían en la educación el mejor vehículo para ascender, Muñoz Ledo ha contribuido por más de 50 años a delinear una visión de la política nacional, la cual ha practicado con suma coherencia hasta el día de hoy.

Es precisamente ese ímpetu por ser actor de los cambios del país lo que lo llevó a dirigir dos partidos políticos: el PRI y PRD; dos veces secretario de Estado: Trabajo y Educación; dos veces embajador: ante la ONU y ante la Union Europea; candidato a Gobernador: Guanajuato por el PRD; candidato presidencial por el PARM; senador y tres veces diputado federal y diputado constituyente del Congreso de la Ciudad de México.

Proveniente de una familia de clase media, su padre profesor de Educación Física y su madre maestra de primaria, le inculcaron el amor al deporte, la lectura, la historia y el estudio.

Gracias a sus cualidades de estudiante estudió becado la primaria y secundaria en el Instituto México y posteriormente la preparatoria en el Colegio Universitario México, institución marista.

Dede sus épocas de estudiante se destacó como buen orador, después de superar la tartamudez que padeció en su infancia, y fue esta habilidad lo que llevó a sobresalir entre una generación brillante, a la pertenecieron Carlos Fuentes, Víctor Flores Olea, Carlos Monsiváis, entre otros.

Su incursión a la política fue cuando el entonces secretario del Trabajo, Adolfo López Mateos, apadrinó la Sociedad de Alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM.

Sin embargo, su entrada formal al ámbito público se dio a su regreso de Francia, donde estudió su doctorado en Derechos Constitucional y Ciencias Políticas.

El estilo personal directo y elocuente de Porfirio Muñoz Ledo ha despertado envidias y su talento ha incomodado a muchos durante los diversos cargos públicos que ha ocupado.

Tras varios puestos de bajo nivel, a los 30 años, en 1963 obtuvo su primer cargo en el PRI, el partido hegemónico de esos años, como presidente de la Comisión de Estudios sobre el Federalismo Mexicano.

A partir de ahí comenzó su ascenso, al ser consejero cultural de la Embajada de México en Francia y posteriormente secretario General del IMSS, puesto desde donde vivió la masacre de Tlatelolco.

En el sexenio de Luis Echeverría formó parte del primer círculo del presidente, a quien sirvió primero como responsable de sus discursos durante la campaña presidencial; después, subsecretario de la Secretaría de la Presidencia y, finalmente, secretario del Trabajo.

A pesar de dedicar horas a la administración pública, disfrutaba del baile, la comida y el alcohol como una forma de confraternizar y de hablar de literatura, pintura, arquitectura y cine.

Su conocimiento del séptimo arte es tal que el fallecido productor y director Gustavo Alatriste, llegó a decir que pocos conocen la gran pantalla como el actual legislador.

Tras no haber sido beneficiado por el “dedazo” para ser designado candidato presidencial, el presidente José López Portillo primero lo designó presidente del PRI, posteriormente secretario de Educación y luego le llegó el momento del exilió al ser designado embajador de México ante la ONU.

También se le recuerda por haber interpelado a Miguel de la Madrid en su Sexto Informe de Gobierno, el 1 de septiembre de 1988, hecho que llevó a ser considerado “rojo” (comunista).

Porfirio Muñoz Ledo ha destacado como parlamentario por sus intervenciones brillantes y por su audacia. Conserva a la fecha el récord del mayor número de intervenciones, 746 en seis años, en su paso por el Senado al que llegó por el PRD, esto durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari.

En el sexenio de Ernesto Zedillo, en 1997 se convirtió en el primer presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados proveniente de un partido de oposición, luego de que el PRI perdiera la mayoría.

En 2000, contendió como candidato presidencial por el PARM, pero declinó a favor De Vicente Fox, quien lo designó coordinador de la mesa de estudios para la Reforma del Estado, y ante la falta de interés del Presidente por el tema, solicitó ser designado embajador de México ante la Unión Europea.

Entrado a los 80 años, el hiperactivo político bajó su ritmo de trabajo y vida, situación que tuvo que hacer también por un accidente de coche que pudo ser grave y la operación de una hernia inguinal en 2012 con complicaciones cardiacas.

Si bien por esos motivos tuvo que cambiar su estilo de vida, al beber sólo café por la mañana y tomar tés de manzanilla para cuidar su estomago, lo que sí no ha dejado es su afición por el cigarro.

Durante el Gobierno de Felipe Calderón, se desempeñó como diputado federal y su trabajo político se basó principalmente en impulsar la reforma política del entonces Distrito Federal.

Formó parte del Congreso Constituyente de la Ciudad de México que promulgó la primera Constitución de la ciudad, esto en el sexenio de Enrique Peña Nieto.

El año pasado, nuevamente formó parte de la historia política de México, pues como presidente de la Cámara de Diputados fue el encargado de colocar la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador, en lo que es la segunda alternancia en el país al pasar de un Gobierno de derecha al primero de izquierda.

Hoy a sus 86 años, sigue demostrando sus dotes de orador al dar lecciones a los noveles políticos sobre como debe ser el trabajo parlamentario y la defensa de los intereses de la nación, como lo ha hecho en las últimas semanas en el tema migratorio.

Materia en la que se ha opuesto a las medidas implementadas por el Gobierno Lopezobradorista, pues considera que México se ha convertido de “facto” en un tercer país seguro.

En una entrevista cuando cumplió 80 años dijo: “He pensado en la jubilación. En realidad es muy difícil en la vida pública jubilarse, más bien lo jubilan a uno. Sí ésta es la última función que pienso desempeñar”.

Sin embargo, sigue activo conduciendo cada martes y jueves las sesiones del pleno de la Cámara de Diputados de la LXIV Legislatura.