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El nuevo índice bursátil Star, que emula al tecnológico estadunidense Nasdaq,
ayer abrió sus puertas y operaciones con gran éxito y un incremento espectacular de hasta 520 por ciento.
Este movimiento supone 44 mil millones de dólares adicionales en capitalización de mercado para las empresas
integrantes, superando las expectativas de unos veteranos inversores que se preparan para más ganancias en los próximos días.
Dieciséis del primer lote de 25 empresas que cotizan en el nuevo índice chino
—que van desde fabricantes de semiconductores hasta empresas de salud— duplicaron con creces los precios de salida a Bolsa que ya iniciaban de entrada altos.
Las empresas del índice STAR, operado por la Bolsa de Shanghái, acumularon
una ganancia media de 140 por ciento en un agitado primer día de operaciones que activó los limitadores del mercado diseñados para calmar la actividad cuando ésta se vuelve frenética.
El valor que menos subió lo hizo 84.22
por ciento. En total, la capitalización añadida en el primer día de cotización fue de unos 305 mil millones de yuanes (44 mil 300 millones de dólares), según Reuters.
“Las subidas de cotización son más
locas de lo que esperábamos”, externó Stephen Huang, vicepresidente de Shanghai See Truth Investment Management.
“Se trata de buenas empresas, pero las
valoraciones son demasiado altas. Comprar ahora no tiene sentido”.
Modelado a partir del Nasdaq y completado con un sistema de salidas a bolsa
al estilo estadunidense, Star puede convertirse en el intento más audaz de China hasta la fecha para reformar su mercado de capitales.
También se ve impulsado por la ambición de Pekín de llegar a ser tecnológicamente autosuficiente, en un momento en
que una guerra comercial prolongada con Washington ha atrapado a las empresas tecnológicas china en un fuego cruzado.
Ayer, también se anunció que el Banco
Central de China inyectó efectivo en el sistema financiero a través de operaciones de mercado abierto para mantener la liquidez en el mercado.
El Banco Popular de China (PBOC, por
su sigla en inglés) renovó 50 mil millones de yuanes (unos 7.27 mil millones de dólares estadunidenses) de operaciones de reventa de siete días, un proceso de inyección de efectivo en el que el banco central adquiere valores de los bancos comerciales a través de licitaciones, con un acuerdo para venderlos en el futuro.
La tasa de interés para la operación se
situó en 2.55 por ciento, de acuerdo con un comunicado del Banco Popular, reportó la agencia china de noticias Xinhua.
China se comprometió a mantener su
política monetaria prudente “ni demasiado ajustada ni demasiado floja”, al tiempo que mantiene la liquidez del mercado en un nivel razonablemente abundante en 2019.