Necesitamos más Gretas

No entendí ni entiendo cómo es que los delfines tomaron, porque así fue, la decisión de quitarse la vida ante la sorpresa e impotencia de las personas que inútilmente trataron de regresarlos al mar, más tardaban en meterlos a la profundidad de las aguas que ellos en volver a salirse.

No es exageración decirles que esta clase de eventos no son fortuitos, son provocados por la mano del hombre y la mujer que literalmente están acabando con el planeta y que han hecho que una niña, Greta Thunberg, grite a los cuatro vientos su indignación por lo que, los gobernantes, le están haciendo a la Madre Tierra y a todos los seres vivos que no pueden defenderse.

▶ Greta es la imagen que necesitamos para reflexionar sobre el futuro que les dejaremos a las nuevas generaciones, ojalá salieran a la luz pública cientos, miles, millones de niños y jóvenes como ella para defender su derecho a vivir en un mundo sin violencia, sin contaminación, sin sufrimiento, sin cambios climáticos que enloquecen a diferentes especies de animales que ante la pérdida de su hábitat prefieren morir, como los hicieron los delfines.

▶ De nueva cuenta, a través de estas líneas, hago un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que eché para atrás su proyecto de Tren Maya que partirá a la mitad o más a la selva mexicana.

La construcción del tren matará infinidad de animales silvestres que viven en la selva chiapaneca, destruirá una cantidad importante de especies de plantas y árboles que son un pulmón para los mexicanos, sus aguas se contaminarán y los indígenas quedarán a la vista del turismo extranjero.

No basta, señor presidente con la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, para que su gobierno trascienda en infraestructura, ¿por qué matar lo más bello que nos ha dado el planeta?

No contribuya a la aceleración en el cambio climático, mejor fortalezca los pocos programas sobre el cuidado y preservación del medio ambiente.

Usted, nosotros, vamos de salida, se quedan sus nietos y los de millones de mexicanos que empiezan a levantar la voz porque saben que la tierra está gravemente herida, a punto de fallecer y con ella las futuras generaciones.

Amo profundamente a los animales porque me han enseñado el amor incondicional, me preocupa su destino y no me resigno a quedarme callada sabiendo que, quizá en este momento, muchos de ellos estén muriendo de tristeza, de hambre, por falta de agua o por el intenso calor que nos advierte de la destrucción de la tierra.

•Egresada de la EPCSG. Exdiputada

constituyente. Defensora de los derechos

de los animales y fundadora de "Ángeles

Abandonados"