De acuerdo con las estadísticas, en Argentina una mujer es asesinada cada 28 horas. Los feminicidios ha ido en aumento, tanto que se registró en el Código Penal como una nueva categoría de delitos y que es castigada con cadena perpetua.
▶ Hace cuatro años, en 2015 un grupo de periodistas y comunicadores, se unieron para crear el colectivo feminista Ni una menos contra la violencia hacia las mujeres.
Lo que inició como un colectivo que exigía la no violencia con marchas en distintas ciudades de Argentina, se convirtió en un movimiento que tomó mayor fuerza en una histórica huelga internacional de mujeres el año pasado, donde medio millón de mujeres marcharon en Buenos Aires y millones en más de 50 países en todo el mundo.
El fotógrafo Karl Mancini se ha dado a la tarea de ir en búsqueda de esas niñas que entre 13 y 16 años que quedan embarazadas, o de quienes huyen de sus casas tras sufrir algún tipo de violencia, o las que son convencidas por novios que están involucrados en pandillas o prostitución para trabajar en burdeles. Karl nació y creció en Roma, Italia, estudió en el ICP (International Center of Photography) en Nueva York, ha viajado a más de 90 países, es fotoperiodista y escritor independiente.
Pero lo que más le apasiona es documentar la violencia de género, lleva más de 12 años cubriendo consecuencias de la guerra, a minorías que ven violentados sus derechos, la migración y el genocidio.
La imagen que hoy vemos, forma parte de su trabajo Ni Una Menos, sobre feminicidio y violencia contra las mujeres ha sido premiado en los Sony World Photography Award, el Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, el Premio Internacional de Periodismo Fotográfico Days Japan, los Premios Gomma y Kolga.
De hecho, este fin de semana fue premiado por el Festival PhotON en Valencia, con una edición e impresión de un libro sobre su proyecto, el Premio Sigma de la Beca PhotON y por supuesto de un premio económico.
El trabajo de Karl es crudo, es real, pero con un detalle estético que ilumina la sonrisa o la mirada triste de quien aparece en la fotografía.
Mujeres que cargan con sus cuerpos violentados, que fueron abusados por la ignorancia de quien se cree más poderosos que ellas. Mujeres con miradas golpeadas y ojeras rojas o moradas por los golpes; ojos que cargan un temor que los reflejan con la luz de la propia cámara, pero también quienes temen levantar la mirada y ver a Karl.
Mujeres detrás de una ventana que pareciera que observan con cautela lo que sucede afuera, pero que en realidad esperan con ansias de que alguien las saque de esa vitrina, donde parecen muñecas que están en venta.
Este es el trabajo de un fotógrafo que con preparación y un gran ojo, ha decidido explotar su talento a favor de una causa que ayuda a cientos y a miles de mujeres a ser rescatadas o bien a liberarse por ellas mismas. Chequen el proyecto www.niunamenosproject.com.
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