TECNOLOGÍA
Las tres grandes compañías archirrivales del sector de los videojuegos (Microsoft, Nintendo of America y Sony) se han visto obligadas a unir fuerzas por una vez para mostrar su descontento con la guerra económica del presidente estadounidense, Donald Trump, contra China.
Para los millones de jugadores de videojuegos la política económica de Trump parecería no ser tan importante en este rubro, pero impacta de gran forma por las tasas impuestas por el mandatario estadounidense sobre los productos chinos que perjudican a la industria, ya que se fabrican en el país asiático.
Los ejecutivos de las tres compañías se reunieron recientemente para presentar una queja conjunta al Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR).
Las fabricantes de las consolas Nintendo Switch, PlayStation y Xbox argumentan que de imponerse el impuesto, tendría un enorme impacto y daño económico en el sistema de negocios de este sector en Estados Unidos.
La afectaciones se producen debido a que el 96 por ciento de las videoconsolas producidas en 2018 se hicieron en China y que la cadena de suministros se ha desarrollado en el país asiático, por lo que trasladarla a Estados Unidos u otro país aumentaría los costos de producción en forma considerable.
Microsoft y Sony, especialmente, se muestran preocupadas al tener en cuenta que Project Scarlett y PlayStation 5, sus consolas de nueva generación, están por salir a venta.
Con información de Agencias
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