El internet bien utilizado trae beneficios increíbles para la sociedad, para los animales y para fomentar en los niños y jóvenes valores morales como el respeto a la vida de un ser diferente. Más de veinticuatro mil personas firmaron a través de la plataforma change.org la petición creada por alumnos de medicina para que se dejaran de usar conejos sin anestesia en sus prácticas. ¡Lo lograron!
No es la primera vez que la comunidad estudiantil de la UNAM se manifiesta en contra de estas acciones de crueldad hacia seres vulnerables e indefensos, anteriormente una alumna de la escuela de medicina del Instituto Politécnico Nacional me llamó para denunciar que sus maestros les ordenaban abrir en canal a perros que trabajadores de la institución atrapaban en la calle.
La denuncia iba acompañada de una crónica sobre las condiciones inhumanas en las que abrían a los perros: les inyectaban anestesia caduca para dormirlos, por lo que la mayoría despertaban en plena cirugía con fuertes aullidos de dolor. La orden de los docentes era de continuar observándoles los órganos y si sobrevivían los cocían para, posteriormente, colocarlos en perreras clandestinas dentro del IPN.
Como activista por los derechos de los animales acudí al llamado de la estudiante de medicina, logré entrar a la facultad como una alumna más y me dirigí al área donde los alumnos hacían sus prácticas. El lugar tenía varias mesas metálicas, pero no encontré ni alumnos ni a perros como me lo había asegurado la chica.
Mi instinto reporteril me decía que la estudiante no me había mentido; caminé adentrándome por pasillos solitarios hasta llegar al aviario del
Politécnico, el sonido de las alas de las aves era insistente, no puede verlas porque una trabajadora me impidió el ingreso diciéndome que era zona prohibida hasta para los estudiantes.
De los perros no encontraba huella. Dude por un momento de la denuncia porque el encierro y nerviosismo en un perro lo hace ladrar sin control, no había ningún ruido que me confirmara que en la escuela de medicina estaban perros callejeros listos para la vivisección.
Nuevamente me dejé llevar por mi instinto, proseguí con un sentimiento de frustración que se disipó cuando vi un enorme zaguán gris, abrí la puerta de acceso gritando ¡buenas tardes!, el silencio fue la respuesta.
Me adentré confiada descubriendo un sinnúmero de jaulas desde donde al menos unos veinte perros me veían espantados, protegiéndose uno a otro. ¡era cierto!
Esos perros que vi fueron los últimos en morir porque ante el enojo social la ex directora del IPN Yoloxochitl Bustamante canceló las prácticas que ya deben ser erradicas de todas las universidades.
¡No a la vivisección de animales!
•Egresada de la EPCSG. Exdiputada constituyente.
Defensora de los derechos de los animales y fundadora de "Ángeles Abandonados".