El Presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no será un mandatario “rehén de nadie”, por lo que la instrucción que ha dado a sus funcionarios es entregar toda la información que soliciten autoridades nacionales y extranjeras cuando se presuma que hay un acto delictivo o de corrupción.
En la conferencia de prensa matutina desde Durango, al Ejecutivo federal se le preguntó si además de la investigación a Rosario Robles, ex secretaria de Desarrollo Social, existen indagatorias contra otros ex secretarios de la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto.
Ante ello, López Obrador negó tener conocimiento de que la Fiscalía General de la República haya solicitado información sobre otros ex funcionarios públicos.
Explicó que esas peticiones se le solicitan a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda a cargo de Santiago Nieto, quien “tiene la instrucción de dar trámite a todo lo que soliciten autoridades nacionales y extranjeras sobre manejo de dinero”.
“La instrucción es que no se tape nada. No quiero ser un presidente rehén de nadie. No quiero que vaya un servidor publico y me diga aquí está esta información y que se me quede viendo para ver que voy a hacer. Imagínense si yo le digo ´deja ahí ese expediente, guárdalo, mételo en el cajón´, ese servidor público no me respetaría. Si llegan con un expediente que procedan. No voy a ser tapadera de nadie”, asentó.
Reiteró que que lo suyo no son las venganzas; “justicia no venganza, ni tampoco linchamientos mediáticos, se tienen que presentar pruebas y la autoridad competente será la que resuelva”.
Redacción ContraRéplica
Foto Presidencia