Dentro de las novedades que ocurren en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, el pasado martes 2 de julio el Sindicato Mexicano de Trabajadores del STC logró obtener su tan ansiada toma de nota. La Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la ciudad fue la encargada de notificarle a la nueva organización que ya habían cumplido cada uno de los requisitos y que su organización ya estaba formalmente constituida.
Después de dos años de ataques por parte del Sindicato Nacional del Metro, en los que se sospecha y varios trabajadores los señalan como los actores intelectuales del homicidio de Horacio Zavala, hermano del ahora secretario general del Sindicato Mexicano de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Homero Zavala, así como de solicitar al exdirector de Administración y Finanzas, Roberto Azbell, la baja laboral de Homero y de su actual secretario de Prensa, Tonatiuh Pérez Cisneros, por considerarlos personas incómodas para sus interés personales y económicos.
Empero, la represión laboral se fue extendiendo a los que empezaron a simpatizar con los nuevos ideales del Sindicato Mexicano de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro, y poco a poco a los trabajadores el STC, por instrucciones de Fernando Espino, les fueron quitando tiempo extra u horas extras en las diferentes áreas que laboraban.
Se dice que este nuevo grupo contará con el apoyo de alrededor de 2 mil trabajadores.
Nos comentan que la nueva organización sindical busca mejorar las condiciones laborales de todos los trabajadores del Metro, ya que consideran que han disminuido debido a que en las negociaciones del pliego petitorio el Sindicato Nacional, primero veía por los intereses personales y económicos de su eterno líder, Fernando Espino, que hasta el día de hoy es el líder sindical que lleva por años al frente de una organización sindical, 40 años.
Para muestra un botón, en administraciones pasadas el aumento salarial se había mantenido en un 4 por ciento cadaaño, lo que considera Homero Zavala una burla para el gremio del Metro. Ya que, en lugar de aumentar las percepciones económicas de los trabajadores, estas disminuyeron considerablemente.
El silencio de Fernando Espino por aceptar una disminución salarial fue recompensado con beneficios personales al eterno líder sindical.